Camino Inglés y de Fisterra

MI CAMINO INGLES Y SU PROLONGACIÓN A FISTERRA

 

PRELIMINARES

 

El Camino Inglés, es uno de los Caminos a Santiago que suelen realizar los peregrinos después de haber hecho otros Caminos más populares. Este Camino está siendo seguido por los peregrinos desde el siglo XI. Es el Camino que tomaban los peregrinos que llegaban por mar a Ferrol o La Coruña desde los puertos costeros del Norte de Europa principalmente procedentes de Inglaterra e Irlanda.

 

La alternativa que tengo previsto emprender en compañía de Paco y Rafa, dos buenos amigos de Castellón, es la que comienza en Ferrol. Ya tenemos reservado un coche de alquiler que nos servirá de apoyo a lo largo del recorrido, la edad no perdona y nuestras espaldas ya están bastante castigadas por lo que debemos hacer todo lo posible para no sobrecargarlas. Una vez en Santiago continuaríamos hasta el Cabo Finisterre.

 

CASTELLÓN-FERROL-Covas (1113 km)

 

Lunes, 1 de octubre de 2012

 

El día 1 de Octubre a las 05:00 horas estamos saliendo de Castellón para recorrer los 1.113 km que nos separan de Ferrol. Un viaje que nos llevará casi 12 horas por lo que hay que tomárselo con calma y repartir la conducción entre los tres. El tiempo es muy bueno lo cual es un factor a nuestro favor. La primera parada la hacemos en el Área de Servicio de “El Marino” cerca de Honrubia donde nos tomamos unos cafés con repostería para espabilarnos. Madrid lo pasamos por la M-50, carretera que aunque da un rodeo, está menos congestionada a esa hora de la mañana.

 

Después de pasar el túnel de Guadarrama, hay que ir pensando en hacer una parada para almorzar, y dicho y hecho, a las 10:45 horas entramos en el restaurante “Marcial” de Villacastín donde nos quitamos las penas con unos buenos bocadillos. El día continua excelente con un cielo azul y una temperatura agradable lo que facilita la conducción. Pasado Lugo tomamos la salida 522AB y luego la  522A dirección Ferrol-Oviedo y ya por la A-8 tomamos en Villalba la nueva autovía AG-8 que tras pasar por la Central Térmica de Puentes de García Rodríguez nos deja en Ferrol adonde llegamos a las 15:45 horas. Nos dirigimos directamente al puerto aparcando el coche y buscamos un sitio para tomar algo, cosa harto difícil debido a la hora, por lo que nos tenemos que conformar con una ración de queso y chorizo gallego para engañar al estómago hasta la hora de la cena.

Paseo de la Marina y Dársena de Curuxeiras.

 
Edificio de la Autoridad Portuaria

 

Ya que estamos en el puerto, nos acercamos a la Oficina de Turismo, situada a pié de muelle donde nos sellan las credenciales de peregrino y después de dar una vuelta por los alrededores, que me recuerdan mis tiempos de “mili” en el Cuartel de Instrucción junto al puerto y el barrio viejo de Ferrol donde nos cambiábamos el uniforme de marinero por ropa de paisano.  Ya han pasado 49 años de aquello. ¡Qué tiempos tan felices! El Cuartel sigue igual que entonces aunque actualmente ha sido desafectado por el Ministerio de Defensa y el Barrio Viejo más viejo todavía con muchas casas derribadas o deshabitadas, prácticamente no se ve ninguna construcción nueva.

Puerto de Ferrol

 

Es hora de acercarse al Albergue de Peregrinos que se encuentra en la parroquia de Covassituada en el área del Cabo Prior, a 8 km al norte de Ferrol. Una vez allí, nos recibe Suso, uno de los hospitaleros que nos acomoda en el albergue. Un albergue sencillo pero muy  limpio y cuidado, yo diría impecable. Estamos solos y Suso no cree que se presente ningún peregrino más, así que podemos apañarnos como nos plazca.

Una vez acomodados, nos desplazamos a Ferrol para darnos un paseo por el barrio de la Magdalena, centro neurológico de la ciudad. Encontramos aparcamiento  junto al Mercado de la Magdalena. Nos dirigimos a la Calle Real, entreteniéndonos en las plazas de Amboage y de Armas donde en un magnífico edificio presidiendo la amplia plaza se ubica el Ayuntamiento. Encuentro Ferrol muy “apagado”. No cabe duda que la supresión del servicio militar obligatorio y la crisis han agudizado su decadencia y de paso, han pasado factura a los comerciantes. No me esperaba encontrarlo así. Unas vueltas por las calles del centro para rememorar viejos tiempos y tras tomar unos riveiros en uno de los bares del Cantón de Molins, regresamos a Covas, directamente al Mesón “La Cochera”, que nos había recomendado el hospitalero Suso, donde no hay otra opción que cenar a la carta, por lo que el precio sube una poco más de la cuenta, pero por lo menos calentamos los cuerpos para pasar la noche.

Ya es noche cerrada  cuando salimos del Mesón y el ambiente está cargado de humedad. Una espesa niebla se ha asentado en el lugar. No hay tiempo para entretenerse, lo más prudente es acudir al albergue y  encamarse sin demora.

 

Buenas noche y hasta mañana.

 

1ª JORNADA

 

Martes, 2 de octubre de 2012

 

FERROL-PUENTEDEUME
(por el Camino Oficial) – 30,850 km

 (por el Puente de las Pias)- 20,850 km

Ferrol-Pontedeume (por el Camino Oficial)

Ferrol-Pontedeume (por el Puente As Pías)

Después de dormir casi de un tirón, nos vamos levantando cuando son las 07:45 horas. Todavía es noche cerrada y en el exterior hace bastante fresco. Una vez preparados  cargamos el coche y desayunamos en el Bar Ansasedi que hace esquina con la carretera principal. Allí nos tomamos un buen desayuno de café con leche acompañado de unos croissants. El día comienza a clarear pero el cielo está completamente cubierto y es tanta la humedad, que se expele vaho por la boca al respirar.

 

Una vez desayunados, nos desplazamos al Paseo de la Marina en la Dársena de Curuxeiras del puerto de Ferrol donde desembarcaban los antiguos peregrinos procedentes de las poblaciones costeras del norte de Europa y por lo tanto donde se encuentra el Km “0” del Camino Inglés.

Km “0” del Camino Inglés

Son las 09:30 horas cuando iniciamos la marcha siguiendo la señalización. Tras el mojón Km “0”, las conchas nos dirigen al Barrio Viejo. Bajo un arco nos adentramos en la Rúa de Carmen Curuxeiras atravesando el Barrio y saliendo a la Cuesta de San Francisco.

Bajo el arco del Km “0”

Inicio del Camino Inglés por la Rúa Carmen Curuxeiras
Pasamos ante la Iglesia castrense de San Francisco y unos metros más adelante desembocamos en la Rúa Real que atravesará todo el Barrio de la Magdalena.  Al principio de la calle está el Parador Nacional de Turismo y un crucero que preside la Plaza de Fernández Martín, frente al Parador, un balcón a la ría. Decir que la calle Real conserva el empedrado de toda la vida.

 
Plaza de Armas-Ayuntamiento

Después de pasar por la Plazas de Amboage y de Armas, el Camino gira a la derecha en bajada por la rúa de Terra hasta la Plaza de la Constitución y los Jardines de los Cantones, donde se alza un monumento en memoria de la hazaña que protagonizó el comandante ferrolano Ramón Franco a bordo del hidroavión Plus Ultra en el año 1926, al volar desde Palos de la Frontera hasta Buenos Aires.
Seguimos por la Plaza de las Angustias con la Iglesia homónima y rodeando el barrio de Esteiro, pasamos ante el Cuartel de Infantería de Marina de Dolores y poco después por la verja que separan los antiguos Astilleros de la Bazán hoy en día pertenecientes a la Sociedad Navantia. Nos llaman la atención unos buzos y ropa de faena que muchos trabajadores han colgado de la verja en protesta por los despidos. Es decepcionante adonde nos ha llevado la recesión. Con lo que eran estos Astilleros en mi época de marino…

Verja de los Astilleros Navantia

Seguimos bordeando los Astilleros por una vía habilitada para paseantes y deportistas y la ensenada de Caranza y seguimos por la Avda. del Mar circunvalando el barrio de Caranza por unos jardines que dan a la ría, hasta encontrar el cruce con la Avda. de las Pías. Allí el Camino señalizado continua de frente por el barrio de Gándara pero nosotros tiramos a la derecha para enfilar el Puente de las Pías que salva la ría hasta Perlio donde se encuentran los antiguos Astilleros de Astano, hoy también propiedad de Navantia. En la verja de estos astilleros, encontramos de nuevo, ropa de faena colgada.

Ya en el casco urbano entramos en el Concello de Fene donde retomamos la señalización del Camino. Llevamos recorridos 8,800 km. En las escaleras de acceso al Ayuntamiento, nos desprendemos de ropa porque la temperatura comienza a repuntar y pronto nos espera  una fuerte subida. Un paisano que sale del Ayuntamiento se dirige a nosotros extrañándose por encontrarnos allí. Nos había visto mientras hacía deporte corriendo por el carril habilitado en la acera. Efectivamente, si hubiésemos seguido la señalización sería imposible encontrarnos aquí viniendo andando y siguiendo la señalización que rodea el fondo de la ría, pero al cruzarla por el puente de las Pías nos ha supuesto un ahorro de casi 10 km. –Si los peregrinos ingleses hubieran dispuesto de este puente, seguro que habrían hecho lo mismo que nosotros– le contestamos. A lo que el paisano asiente con una sonrisa.

 

Continuamos por la calle Travesía que nos va alejando de Fene. Llama la atención un chalecillo a la izquierda en cuyo parterre exterior han colocado un cartel artístico del “Camino de Santiago” complementado con una flecha hecha con conchas de vieira. Una foto se hace obligatoria.

Artística señalización a la salida de Fene

 

Seguimos avanzando hasta que un mojón nos desvía a la izquierda por un camino asfaltado que pronto se convierte en tierra, es la primera tierra que pisamos desde que salimos. Comenzamos a ascender con soltura, llevamos los músculos calientes después de los 10 km recorridos. El camino asciende con fuerza al encuentro de la autopista AP-9. Una vez en la alambrada de seguridad, el camino continua paralelo a la autopista hasta cruzarla entre unos pilares. Una vez al otro lado, continua la subida. Un paisano se encuentra haciendo acopio de leña. –Es mejor esto que estar sentado en el sofá– nos dice. Le damos la razón al unísono. Le preguntamos por el restaurante que tenemos noticia que hay en el Poligono Industrial  y nos contesta que dan muy bien de comer y además a un precio asequible. Agradecemos su información. Lo que resta de cuesta se nos hace suave pensando en la comida. El estómago ya nos está pidiendo algo pues son las 12:40 y no hemos tomada nada desde Covas. A las 12:50 horas alcanzamos el alto donde en la rotonda se encuentra el Restaurante “Vilar de Colo”, que es el nombre del Polígono Industrial, junto a una gasolinera. Hasta las 13:00 horas no comienzan a servir comidas, así que podemos elegir mesa y asearnos tranquilamente. A la una en punto, empiezan los camareros a tomar nota. El comedor se llena en unos instantes. La comida excelente, nosotros nos pedimos unas lentejas guisadas que nos sirven en una sopera con cantidad suficiente para repetir y raya a la gallega y el precio aún mejor, 8,50 € el menú, tenía razón el paisano.

 

Una vez reposada la comida, nos disponemos a continuar el Camino. Un cartel nos indica que han desviado el itinerario oficial por obras, así que toca atravesar el Polígono Industrial por su interior y retomar la señalización oficial al final del Polígono. Vuelve la pista de tierra que nos adentra en un bosquecillo para salir a un puente que salva la autopista AP-9. Es el punto más alto de la etapa. Pasado el puente, sigue el Camino de tierra ya en continua bajada alternando con carreterillas de asfalto, pasando entre zonas boscosas con mucho encanto  y casitas aisladas hasta alcanzar un regato que hay que salvar por un paso de invierno junto al antiguo Molino del Batán.

 

Tras el regato viene una zona boscosa que sale a un grupo de casas y a continuación un fuerte repecho que nos deja en una carretera local que hay que cruzar. Desde aquí ya podemos contemplar más cerca la extensa Ría de Ares y la playa de Cabanas.

 

Después de cruzar la carretera descendemos por unas escaleras para pasar por debajo las vías del FF.CC. y ya estamos entrando en Cabanas.

 

Al llegar a una rotonda, comienza el paseo Marítimo de la Playa de la Magdalena pero no nos resistimos a atravesar la playa por su hermoso pinar donde ya encontramos algunos paseantes. La playa es una pasada con los pinos que llegan casi hasta la orilla.

Playa de la Magdalena (Cabanas). Al fondo Pontedeume.
El cielo está tomando un cariz que amenaza lluvia. En efecto, cuando salimos de la playa, comienza a chispear, así que apuramos el paso. Ya estamos prácticamente en Puentedeume.

 

Comenzamos a cruzar el puente romano que salva el Río Eume, la lluvia arrecia, hay que hacer uso de los chubasqueros. Una vez en la otra orilla ya estamos en el pueblo. Nos dirigimos al Albergue de Peregrinos que se encuentra hacia la derecha, situado en el puerto pesquero en un local que forma parte de las Lonjas de Raxoi  donde se guardaba material de pesca, junto a la Cofradía de Pescadores. Lo encontramos cerrado. Llamamos al teléfono indicado en la puerta y nos dicen que hasta las 19:30 horas no lo abren. ¡Vaya hora de apertura! Así que decidimos ir a un Hotel, no es cuestión de esperar tanto tiempo, estamos deseando dejar las mochilas y aposentarnos.

 

Datos del Albergue de Puentedeume: Albergue de Peregrinos de Puentedeume. Situado en el puerto Pesquero (lonjas de Raxoi). Coste: 5 €. Plazas: 20. Disponibilidad: Todo el año. Abren a las 19:30. Teléfonos: 981 434646-981 433039-981 432598. Atienden: Funcionarios del Ayuntamiento.

 

En el bar del Hotel Eumesa, situado en la plaza que hay nada más cruzar el puente, reservamos una habitación triple (72 € incluido el desayuno) y dejamos a Paco a cargo de tomar posesión de la habitación. Rafa y yo tomamos el autobús de las 17:00 horas que bordeando el fondo de la ría, nos deja junto a la Plaza de España de Ferrol. Tomamos la larga Calle Real hasta llegar al puerto donde recogemos el coche.

Vista de la ría desde la habitación del hotel.

 

De vuelta al Hotel, duchados y cambiados de ropa, salimos al pueblo para visitarlo. Nos acercamos a la Iglesia de Santiago donde nos sellan las credenciales y luego investigamos las señales de la salida que localizamos cerca de la Iglesia junto a un crucero. Destaca en el pueblo la Torre de los Andrade iluminada.

Portada de la Iglesia de Santiago.
Ya con las ideas claras, y dándonos perfecta cuenta de la fuerte subida con que comienza la etapa de mañana, regresamos al bar del hotel donde nos disponemos a tomar un plato combinado mientras asistimos al encuentro de fútbol entre el Barça y el Benfica que televisan. Finalizado el partido, a la cama. A Rafa todavía le sobran fuerzas para dar una vuelta nocturna por el pueblo y tomar unas fotografías. Cuando vuelve, nos dice que hace una noche ideal para pasear, no hace nada de frío.

Pontedeume desde el puente. A la derecha la Torre de Andrade iluminada.

 

 

Buenas noches y hasta mañana.

 

2ª JORNADA

 

Miércoles, 3 de octubre de 2012

 

PUENTEDEUME-BETANZOS  (20 km)

Pontedeume-Betanzos

Después de hacer un desayuno normal en el bar del hotel, iniciamos la jornada bien abrigados  a las 08:30 horas. Tomamos una de las calles de Pontedeume  frente al hotel que desde el principio tira hacia arriba. A partir de la Plaza de la Angustia donde se alza un artístico crucero, la pendiente se hace más dura, dureza que va incrementándose conforme avanzamos.

 
Crucero e inicio de la gran cuesta

 

Hay que sudar la camiseta pues hay unos repechos respetables. La cuesta se hace interminable teniendo que parar cada poco tiempo para tomar aire y ralentizar el corazón. Obviamos el primer cruce que a la derecha te dirige al alto donde se ubica la Ermita de San Miguel de Breamo. Nosotros seguimos de frente en continuo ascenso.  Llegamos a enlazar con otra carretera que hay que tomar a la derecha para, a 50 metros, tomar a la izquierda. Ya parece que la cuesta va tocando a su fin y la pendiente se hace más llevadera, hasta que alcanzamos la máxima cota tras un kilómetro y medio de sufrimiento.  Otra parada para tomar aire y a continuar.

 

Ahora toca un falso llano que va bordeando la ladera del Monte Breamo hasta llegar, ya en bajada,  a un área de descanso con fuente, lavadero, bancos y mesas. Es obligatoria una parada para descansar y desprenderse de ropa pues el sol comienza a calentar.

 

Continuamos la bajada por asfalto.  A 150 metros llegamos a un grupo de casas pertenecientes al lugar de Buiña. Un mojón situado en la primera de las casas nos desvía de la carretera a la derecha para pasar entre huertas. A nuestra derecha llevamos una zona boscosa. 600 metros más allá cruzamos una carretera y seguimos descendiendo por una pista de tierra muy agradable que dispone de varias  áreas de descanso con bancos y mesas de piedra. Es un tramo muy bonito entre bastante vegetación.  A 1,2 km llegamos a una rotonda que forma parte de una carretera más ancha que hay que cruzar para introducirnos en un camino acondicionado muy frondoso que atraviesa un campo de golf. 300 metros  más allá salvamos la autopista AP-9 por un puente.

 

Tras un suave descenso por una pista de gravilla paralela a la autopista, comienza otra de las subidas importantes de la etapa entre plantaciones de eucaliptus. de nuevo toca sudar la camiseta. El ascenso se prolonga durante 1,3 km, enlazando con una carretera asfaltada en el lugar de Outeiro. Vamos llaneando 600 metros entre las casas diseminadas del lugar  lo que nos permite un descansillo. A continuación el Camino se desvía a la izquierda y comienza un descenso en picado que se prolonga durante 1.200 metros y que nos obliga a echar mano de los frenos. Estamos junto a la carretera nacional en el lugar de Baxoi junto a un almacén de material de construcción.

 

Llegamos al Área de Descanso del Puente de Baxoi. Un lugar ideal para reposar unos minutos contemplando el puente romano de un arco entre la arboleda de ribera. Este lugar se encuentra marcado con el mojón Km 80,563 del Camino Inglés, que son los que nos queda para llegar a Santiago.

Puente de Baxoi

Pasamos el Puente Baxoi que tiene un firme de canto rodado, saliendo a un camino con mucha vegetación. Caminamos escuchando el relajante sonido del flujo del agua que proviene del río que llevamos a nuestra derecha.  A veces, tenemos que separar las ramas pinchosas de las zarzas que invaden el camino.

 

Comenzamos a bordear las marismas. Ya estamos ante los altos pilares de la autopista que tenemos que pasar por dos veces, siguiendo al borde de las marismas. Luego pasamos al otro lado por un paso inferior bajo el área de peaje de la autopista con un giro de 180º, y tras otro rodeo, entramos en las primeras casas de la localidad de Miño. Han sido casi 2 km desde el Puente Baxoi.

 

500 metros de travesía por el pueblo nos lleva de la Rúa Real a un ensanchamiento de la Rúa de Barrosa donde nos sentamos en la terraza del Bar Benavente para tomar algo mientras damos un descanso a las piernas.

 

Datos del Albergue de Miño: Albergue de Peregrinos de Miño. Situado en la Rúa Marismas, s/n. Coste: 5 €. Plazas: 20. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 782006. Atienden: Funcionarios del Ayuntamiento.

 

Después de un buen rato, reanudamos el Camino siguiendo la Rúa de Barrosa. Destaca a la derecha de dicho tramo, un viejo puente de hierro cortado que salvaba las vías del FF.CC. y que ahora sirve de un privilegiado mirador sobre la ría. Unos metros después dejamos la Rúa de Barrosa siguiendo la calle que sale a la derecha descendiendo hasta encontrar un paso superior de hierro de 180º que salva las vías de FF.CC., siguiendo por una carreterilla asfaltada separada de las marismas por arbolado y vegetación.  Pasamos después por una valla de mampostería afianzada por unos pilares coronados por unos floreros que parecen que se te van a venir encima, dada su peligrosa inclinación hacia el camino.  Posiblemente dicha valla sea la salvaguardia de algún pazo. Unos pasillos sobre las marismas, construidos con tablones de madera, facilitan a los mariscadores el acceso a su zona de trabajo. Precisamente, en estos momentos un grupo de mariscadoras, se encuentran en plena faena aprovechando la marea baja.

 

Llegamos al lugar de Ponte del Porco que coincide con la desembocadura del Río Lambre a la Ría de Ares. Un conjunto de casitas que se abandonan por el antiguo puente sobre el Río Lambre pasando bajo el nuevo viaducto de la N-651. En el puente es obligatorio hacerse unas fotos como fondo la ría.

Puente sobre el Río Lambre

 

Entre dos casitas a la izquierda, sigue una carreterilla asfaltada que tira hacia arriba desde el principio, hasta alcanzar una gran explanada situada sobre los túneles de la autopista y el FF.CC. En este punto, el camino señalizado da un giro de 90º hacia la izquierda y tras un gran rodeo pasa por el complejo de San Pantaleón de las Viñas y enlaza después con la N-651. Nosotros obviamos la señalización y seguimos de frente por un camino rural asfaltado. Nos llama la atención unas huertas en las que sobresalen unas enormes calabazas que merecen la pena ser fotografiadas.

Campo de calabazas gigantes.

Seguimos en descenso hasta enlazar con la N-651. Hemos recorrido desde la explanada 700 metros hasta enlazar con la carretera. Si hubiésemos seguido la señalización, el recorrido hubiera sido de 2.200 metros casi todo en subida. Nos hemos ahorrado 1.300 metros (descontando 200 metros del tramo de carretera nacional entre los dos enlaces).

 

Una vez en la N-651, atravesamos el lugar de Viñas y un mojón de la Xunta nos desvía a la izquierda por una curva de la carretera antigua, donde junto a una casa aislada comienza otra exigente subida que se prolonga durante 1.300 metros entre plantaciones de eucaliptus y pinares pasando por el lugar de Chantada.

 

Una vez en la cota más alta, salimos al claro aunque el bosque lo seguimos manteniendo a nuestra izquierda. Desde esta altura, podemos contemplar a la derecha las marismas del Río Mandeo que vierte sus aguas en la Ría de Ares. 800 metros más allá pasamos junto a unos invernaderos y el lugar de Barreiras. Vamos más o menos llaneando entre huertas y casas aisladas hasta encontrar 1 km después la Iglesia de San Martiño de Tiobre, de estilo románico del sigle XII, con un crucero y explanada para aparcamiento de vehículos. Desde aquí podemos divisar allá abajo,  ya bastante cerca, la población de Betanzos.

En pleno descenso hacia Betanzos (al fondo).

 

1.500 metros más adelante, tras una fuerte bajada, llegamos al cruce donde un cartel dirige por la izquierda al Santuario de Nª Sra. del Camino que se encuentra a 100 metros del cruce en el Barrio de los Remedios. Nosotros continuamos nuestro Camino a la derecha y siempre en bajada, 300 metros adelante llegamos al Puente Viejo sobre el Río Mandeo, estamos en Betanzos.

 

Una vez cruzado el puente pasamos bajo un arco y por la Rúa Prateiros y Puerta de la Villa accedemos a un gran espacio abierto, la Plaza de los Hermanos García Naveira, próceres de Betanzos, cuya estatua preside la amplia plaza, centro neurálgico de Betanzos.

Plaza de los Hermanos García Naveira

 

Según cuenta la historia, “los hermanos, Juan y Jesús García Naveira, emigraron a América, como otros muchos compatriotas allá en el siglo XIX. Todos buscaban hacer fortuna en el continente Americano, pero la gran mayoría volvía igual o más pobre que como había marchado. No fue el caso de los Naveira, que consiguieron reunir una considerable fortuna en Argentina. Con el dinero conseguido decidieron regresar a Betanzos donde invirtieron  parte del dinero en obras benéficas y filantrópicas, como asilos, escuelas, lavaderos públicos y lo que más llama la atención, el parque enciclopédico. Un parque donde Juan Naveira intentó mostrar los lugares y maravillas que se encontró en sus viajes. Hoy en día sólo se conserva una novena parte del original, donde se pueden ver grutas, estanques, estatuas, relieves, seres mitológicos, escenas históricas, etc. Paseando por el parque uno intenta imaginar cómo serían los momentos de esplendor del mismo, y lo que pensarían los habitantes de Betanzos por aquel entonces de las maravillas del mundo, que gracias a los hermanos Naveira podían conocer”.

 

En Betanzos todavía no está disponible el Albergue de Peregrinos, que lleva dos años de papeleo pendiente de apertura. Preguntamos por el Hotel Garelos donde nos reservó habitación la recepcionista del hotel de Puentedeume. Queda muy próximo a la plaza, detrás de la Oficina de Correos y del Cuartel de la Guardia Civil.

 

Hotel Garelos**: c/Alfonso IX, 8 -Betanzos. Precio habitación triple para peregrinos:  82,50 € incluido desayuno tipo buffet. Telnos.: 981775922-981775930. Buena relación calidad/precio.

Repasando el itinerario de mañana en la habitación del Hotel Garelos

Una vez tomamos posesión de una amplia habitación triple, con buenas vistas a la huerta, salimos para buscar algún sitio donde comer pues es hora para ello, las 14:30 horas. Preguntamos al conserje del hotel que nos recomienda el Mesón “O Pote” o Casa Miranda que están al lado uno de otro en una callejuela (la travesía del Progreso), que sale de la gran plaza.

La travesía del Progreso

 

 

Optamos por el Mesón “O Pote” y entre otras raciones no podía faltar la famosa tortilla de patatas de Betanzos. La verdad es que nos defrauda bastante porque no estamos acostumbrados  a ese tipo de cocinar la tortilla que deja casi sin cuajar su interior. Sin embargo, dicen que son estas tortillas las que se llevan los primeros premios culinarios y según nos dijo el camarero esta casa consiguió el primer premio el pasado año, pero la que nos han servido entendemos que le falta su punto de cuaje para ser considerada acreedora a premio.

 

Después de bien comer, Paco se queda en el hotel y Rafa y yo tomamos el autobús para recoger el coche que lo tenemos en Puentedeume. Una vez de vuelta a Betanzos y después de una buena ducha salimos a visitar la villa.

 

Son casi las 20:00 horas y tenemos que sellar la credencial. Nos dirigimos directamente al casco antiguo donde en la plaza de la Constitución se sitúan el Ayuntamiento y la Iglesia de Santiago que se encuentra, como no podía ser otra cosa, cerrada. Vamos a probar con otra Iglesia. Preguntamos y nos dirigen a la Plaza de Fernán Pérez de Andrade, popularmente conocido como “o bóo” (el bueno).

Plaza de Andrade. Iglesia de San Francisco.

 

 Se dice de este curioso personaje que mandó edificar “Siete iglesias y siete monasterios y siete puentes en siete ríos caudalosos y siete hospitales”. Todos ellos en Betanzos, su ciudad natal. Aunque no fueron tantas las construcciones ni la obsesión por el número siete llegó a tales extremos, fue Fernán Pérez de Andrade el principal benefactor de la ciudad, y no en balde pasó a la Historia con el sobrenombre de “El Bueno”. De su bolsillo se costearon algunas de las iglesias góticas más importantes de finales del siglo XIV, en una de las cuales, la de San Francisco, yacen sus restos. En cualquier caso, su sepulcro no aparece ornamentado con inscripciones referidas al número 7, sino a los dos jabalíes que sostienen su tumba y fueron, además, el símbolo de su linaje.

En dicha plaza, se  ubican las Iglesias de Sta. Mª de Azogue y San Francisco, ambas mandadas construir por Andrade y entre ellas un esbelto cruceiro. La de Sta. María está cerrada pero la de San Francisco, aún parece estar abierta. Hay un grupo de personas en el atrio y bastante movimiento y es que mañana es el día de San Francisco y están celebrando la víspera. Una vez selladas las credenciales, nos invitan a un pan con pasas, típico de este día, que aceptamos con gusto. Se les ve a todos muy animados con la celebración.

Celebrando la víspera de San Francisco con pan con pasas.

 

 

Ya está anocheciendo y es hora de ir a tomar un bocado. Optamos por ir a Casa Miranda que está al lado del Mesón “O Pote” donde unas raciones variadas nos dejan más que satisfechos. Luego un corto paseo para bajar la cena y regreso al hotel.

 

Buenas noches y hasta mañana.

 

JUEVES, 4 DE OCTUBRE DE 2012

 

3ª JORNADA

BETANZOS-BRUMA/MESÍA  (28,300 km)

Betanzos-Hospital de Bruma

 

Después de un buen desayuno tipo buffet en el hotel , nos disponemos Rafa y yo a emprender la larga etapa de hoy cuando son las 08:20 horas. Paco se encargará del coche durante la jornada.

 

Salimos a la Plaza de los Hermanos Naveira, echando un último vistazo a la misma. Como monumentos podemos contemplar en la plaza la coqueta Fuente de Diana, un kiosco de música y la estatua de los hermanos. A un lado de la plaza los soportales y la Iglesia y Convento de  Santo Domingo y al otro lado, los Juzgados y las Oficinas Municipales. Una hermosa y gran plaza.

 

Al fondo de la plaza, seguimos adelante por la Rúa del Rollo en bajada para cruzar el Río Mendo por un puentecillo (700 metros), y tras cruzar la carretera nos adentramos en el Barrio de As Cascasdesde donde se inicia una exigente cuesta, casi una réplica de la salida de Pontedeume.

 

Después de pasar bajo la antigua N-VI, una fuerte curva a la derecha nos hace rodear por delante la Urbanización El Coto. Otra curva, esta vez a la izquierda, y ya tenemos la carretera casi en línea recta picando siempre hacia arriba. Cuando llevamos recorridos 800 metros desde el puentecillo, pasamos ante unos depósitos de agua y al salir de ellos, nos saluda a nuestra izquierda la silueta de un peregrino encaramada sobre uno de los depósitos. Es un detalle del Camino digno de agradecer.

Silueta del peregrino

 

Hay que seguir subiendo, adentrándonos en el bosque y respirando con avaricia el aroma que emanan los eucaliptus, lo cual nos infunde nuevos bríos. A 600 metros salvamos por un puentecillo las vías de FF.CC. y seguimos subiendo entre eucaliptus.

 

500 metros más allá salvamos por otro puente la autopista AP-9. Llegamos prácticamente a la altura máxima por ahora, saliendo del bosque a una zona de huertas y casitas aisladas. Tras varios cruces enlazamos después de una suave subida con la comarcal AC-0105 en el lugar de Sanroxo, carretera que será la que llevaremos muy cerca hasta San Paio de Vilacoba. Han sido 1 km desde el puente de la AP-9. Conforme avanzamos, la temperatura se va suavizando y el cielo despejando. Buen síntoma.

 

Andamos por la carretera 100 metros para desviarnos a la derecha por un camino asfaltado que nos introduce de nuevo en el bosque. Esta es la Galicia que hay que saborear. Hasta el momento, la etapa nos gusta y con el tiempo acompañando una maravilla.

 

1.200 metros más allá, cruzamos una carreterilla y pasamos por un campo de fútbol que dejamos a la izquierda. Comenzamos a pisar tierra, lo cual nos congratula enormemente. Ya estaba bien de asfalto. La pista por la que vamos es ancha y tira hacia abajo entre eucaliptus emanando su aroma característico que agradecen los pulmones. Son 1.200 metros de placer hasta enlazar con nuestra compañera del alma, la AC-0105, que tomamos a la derecha para pasar por el Puente Limiñón, la cota más baja de este tramo. 200 metros de carretera y nuevamente desvío, esta vez a la izquierda para adentrarnos en un camino asfaltado que nos conduce en 1 km al lugar de Cos con una ermita dedicada a San Esteban, crucero y explanada. Un buen lugar para descansar unos minutos, mientras tomamos unas fotos del entorno, son 7,8 km los recorridos y las 10:15 horas por lo que llevamos una hora y cincuenta minutos de marcha.

San Esteban de Cos.
Aprovechando la parada, nos desprendemos de ropa que nos sobra pues el calor va por momentos en aumento. A los pocos minutos, llega al lugar un peregrino. ¡Vaya! Es el primero que encontramos en nuestro Camino. Es escocés con pinta extravagante. Se detiene lo justo para saludarnos y preguntarnos de donde somos y tras el consabido ¡Buen Camino!, enseguida lo perdemos de vista.

 

Después de 10 minutos de parada, reanudamos nuestro Camino. Un ligero repecho nos lleva a enlazar con nuestra querida amiga AC-0105 que tomamos a la izquierda durante 200 metros, desviándonos a la derecha por un camino de tierra que rodea en 200 metros unas fincas y nos desvía a la derecha por un camino que se introduce de nuevo en otro bosque  de eucaliptus dándonos un respiro. Tras salir al claro llegamos al lugar de Cimadevila donde a 100 metros se encuentra una ermita dedicada a Santiago.  Ha sido 1 km desde el desvío del bosque. Una explanada para aparcamiento nos indica que es un lugar frecuentado aunque al suponer que la ermita esté cerrada a esas horas, continuamos nuestro Camino.

 

La temperatura ambiente sigue para arriba. Pasamos entre fincas y bosques de eucaliptus, en uno de ellos unos paisanos se encuentran en plena tala, en los comentarios que cruzamos, no pueden faltar las alusiones a la crisis que estamos padeciendo en España. Enlazamos de nuevo con la AC-0105 después de recorrer 2,3 km desde Cimadevila.

 

Toca nuevamente andar por el arcén. En dicho tramo nos sale al encuentro Paco que ha venido a nuestro encuentro después de dejar el coche junto a Casa Julia de S. Paio de Vilacoba y donde ya tiene reservada la comida.

 

Después de 200 metros de carretera, nuevo desvío a la izquierda por camino de gravilla que en 400 metros nos lleva al lugar de Presedo. En el parterre de la primera casa, saludamos a una paisana que se encuentra podando hortensias, –para que no invadan el Camino– nos explica muy solícita. ¡De qué manera se desarrollan las hortensias en toda Galicia! En dicho lugar, a 100 metros del Camino, junto a la carretera AC-0105, se encuentra el Santuario de Nª Sra. de la Saleta. Tanto la paisana como su marido nos parecen unas personas muy emprendedoras. –Estamos dándole vueltas a la cabeza para abrir un centro de interpretación de la flora y fauna autóctona  gallega– nos comenta con ilusión. Además nos informa que ya hay montado un Albergue para Peregrinos en el lugar en espera de la autorización de la Xunta Gallega. Muy interesante todos sus comentarios. Personas como éstas son las que necesita el Camino. A ver si pronto sus ilusiones  se ven confirmadas y los peregrinos pueden contar con otro albergue.

 

Dejamos a la paisana con sus labores de poda y continuamos nuestro Camino que discurre por zonas muy bonitas y caminos que alternan la tierra con el asfalto. 2 km más adelante llegamos al lugar donde se sitúa la Iglesia de Sta. Eulalia de Leiro, donde nos tomamos otros minutos de descanso.

Leiro

 

Reanudamos el Camino 2 km entre un paisaje rural muy gallego hasta el cruce de Boucello. Ante nuestra vista un hermoso valle regado por el Río Mero, con distintas gamas de verdor, paisaje ideal para un pintor. Ya vemos de frente la pared montañosa que deberemos superar por el temido sendero de los tojos y en la lejanía, parecen vislumbrarse las antenas de comunicaciones de RNE/TVE emplazadas en Mesón do Vento a la altura del Albergue de Bruma. Pero para llegar allí, todavía nos faltan por recorrer unos cuantos kilómetros. Hay que regresar al presente. Encontramos al peregrino escocés comiéndose un bocadillo bajo el porche de una casita a orillas del Camino. Se las arreglan bien los peregrinos extranjeros. Pienso que lo tienen todo programado. Un saludo peregrino y continuamos nuestra marcha.

 

Siguiendo las indicaciones de los mojones llegamos a una recta que atraviesa el valle y nos deja en el lugar de Vilacoba después de andar  1 km rodeados de maizales y fértiles huertas de hortalizas y árboles frutales de los que predominan los cerezos, en un entorno con un encanto especial. Todavía nos queda casi 1 km para llegar a Casa Julia, situada en San Paio de Vilacoba.

 

Seguimos unos metros por la comarcal AC-0104 que rodea la aldea para desviarnos por un camino de tierra casi cubierta de hierba que se interna en un bosque junto al cauce del río para salir a cielo descubierto después de un rodeo y vencer un repecho, salir a nuestra amiga AC-0105 y enfrente ya tenemos Casa Julia parada obligatoria para tomarnos un largo descanso y proporcionar a nuestros cuerpos suficiente energía para estar preparados a afrontar la cuesta que se avecina. Han sido 17,3 km los recorridos desde Betanzos y son las 13:00 horas.

Cassa Julia. San Paio de Vilacoba

 

 

Casa Julia (la pequeñita): San Paio de Vilacoba. 17,3 km desde Betanzos (por el Camino de Santiago).Tfnos: 981 630242; 626 134 051. (Si se desea comer, es recomendable avisar).

 

La Sra. Julia, apodada “la pequeñita”, nos recibe con mucha amabilidad y se dispone de inmediato a prepararnos la comida, una sopa de cocido y filetes de ternera con abundancia de patatas fritas al estilo gallego. Tiene la Sra. Julia un local muy coqueto con un comedor muy amplio con ventanales que dan a la huerta. Enclavado en un lugar tan recóndito, San Paio de Vilacoba debe su fama al Santuario donde se venera al Santo y donde todos los años se celebra en la primera semana de julio la “romería de las cerezas” con verbenas y degustación de esta sabrosa fruta del terreno. Gracias a la atracción del Santuario y los peregrinos que pasan por el lugar, este restaurante puede mantenerse abierto.

 

Al poco rato llega el peregrino escocés y una pareja joven de peregrinos. Nos tomamos nuestro tiempo en comer, no hay prisa, tenemos toda la tarde por delante y hay que descansar las piernas para abordar los 10 km pasados que nos restan con fuerte subida incluida.

 

A las 14:45 abandonamos el restaurante y dejamos a Paco en el coche que trasladará a Bruma.

 

Hace bastante calor, hay que quedarse en camiseta pues la cuesta se hace notar enseguida, tendremos que abordar 350 metros de desnivel en poco tramo. Primero por asfalto se pasa ante la vieja Capilla de San Paio y unos metros más allá la fuente de cuatro caños. El repecho se empina para llegar a la Iglesia de Santo Tomé y anexo el Santuario de San Paio que están a 500 metros de Casa Julia. Estamos en el lugar de llegada de la romería.

 

Continuamos por el asfalto. El calor comienza a surtir su efecto en mi cuerpo. Hay que coger ritmo y respirar hondo. Atravesamos un caserío y tras una curva cerrada a la izquierda, otras casitas y a subir de verdad toca. Un desvío a la derecha nos introduce en el bosque a través de un camino de tierra que da la impresión de haber sido ensanchado no hace mucho. Los tejos que tantos arañazos han causado a los peregrinos, en mi memoria los relatos del amigo Fernando y el del fallecido Ludovicum q.e.p.d., han sido eliminados de cuajo del camino, menos mal. El calor va en aumento o eso se me antoja. Hay que apretar los riñones con fuerza para vencer la exigente pendiente. Voy sudando la gota gorda por los cuatro costados. Pero tan difícil nos lo habían pintado que nos parece que no es para tanto y poco a poco, un paso tras otro, vamos superando la dificultad y saliendo del bosque hasta llegar al claro en el lugar de Fontenlla ya en carreterilla de asfalto. Un poco más allá tenemos un área de descanso con bancos, fuente y arboleda. Un buen lugar para tomarse un merecido descanso, refrescarse en la fuente y saciar la sed. Son las 15:45 horas. Hemos tardado desde Casa Julia casi una hora para recorrer 2,8 km.

Area de descanso de Fontenlla.

 

Nos tomamos un cuarto de hora de reposo y reanudamos el camino ya por asfalto. A 300 metros llegamos al lugar de Fraga (Parroquia de Vizoño) con un cartel con flecha a la izquierda, que indica la localización de un bar a 100 metros. En caso de necesidad es una buena opción porque desde aquí hasta el Albergue no encontraremos ningún lugar donde avituallarse.

 

Seguimos adelante, llegamos a una carretera que nos llevaría 100 metros a la izquierda a la Iglesia y cementerio de San Pedro de Vizoño. Nosotros cruzamos la carretera y ya por camino de tierra cubierto casi de hierba nos vamos aproximando a la autopista AP-9 que vamos recorriendo en paralelo a media altura. Un crucero solitario en medio de la hierba nos llama la atención. A 1,1 km de Fraga, salvamos la autopista por un puente.

Crucero de Vizoño.

 

Seguimos por carretera asfaltada, siempre picando hacia arriba dejando una granja a la izquierda y a 1.400 metros del puente llegamos a un cruce. A la derecha un letrero indica la proximidad del alto de Castro Mayor. Nosotros continuamos a la izquierda durante 500 metros casi llanos para torcer a la derecha y pasar bajo una línea de alta tensión y 800 metros más adelante por el lugar de A Ribela. Allí torcemos a la derecha y a 450 metros enlazamos con la carretera local AC-223 que a la derecha nos llevaría al poblado de As Travesas, situado a orillas de la carretera AC-542  que une Betanzos con Mesón do Vento.

 

Un poco antes de llegar a la carretera nos tropezamos con Paco que después de dejar el coche junto al albergue de Bruma ha salido a nuestro encuentro. Prácticamente nos encontramos en la máxima altitud (450 metros). Ya los tres juntos, cruzamos la carretera y un mojón de la Xunta nos encamina por un carril de rodadas en ligera bajada. A 1 km se enlaza con otra carreterilla de tierra que tomamos a la derecha para pasar por una granja y tomar el camino de la izquierda. Si hubiésemos seguido recto habríamos enlazado con la carretera nacional de Betanzos a Meson do Vento a la altura de una Estación Eléctrica. Por eso se ven tantas líneas de alta tensión. Con tantos cruces y desvíos, gracias a los mojones, no hay temor de perderse.

 

Seguimos por camino de rodadas y en 1.300 llegamos a las primeras casas de Bruma y a la izquierda 400 metros más llegamos por fin al Albergue de Peregrinos. La verdad es que estaba deseando llegar pues el cansancio comenzaba a notarse en las piernas. Son las 17:45 horas.

 

Nos sentamos en un banco a la entrada y esperamos al hospitalero que nos había saludado por el camino desde su bicicleta y que no tarda en llegar. Se llama Benigno y nos atiende estupendamente. ¡Qué gusto al quitarme las botas! ¡Vaya descanso!

Albergue de Bruma (Mesía)

 

En el albergue solo se encuentra el peregrino escocés, así que podemos elegir litera. Es un albergue muy bien cuidado con el único pero de tener que cruzar un patio para acceder a las duchas, lavabos  y retretes. Habrá que tomar sus precauciones si tenemos alguna urgencia por la noche porque a pesar del calor que ha hecho, nos dice Benigno que por la noche bajan mucho las temperaturas y además con mucha humedad al encontrarnos junto a un río.

 

Después de acomodarnos y darnos una buena ducha, me doy unos masajes en las piernas con alcohol de romero. Mientras tanto, Benigno nos da conversación. Lleva ya once años en el Albergue. Con anterioridad había trabajado en los Astilleros de Astano (ahora Navantia) de Ferrol y fue uno de los tantos despedidos por la restructuración. Está contento de llevar el albergue con la ayuda de su mujer. Nos da el teléfono de una señora de Sigueiro que aloja peregrinos en su casa y nos recomienda el Restaurante de “La Ruta” en Mesón do Vento para cenar. Benigno irradia todo él amabilidad. A los peregrinos que lo desean les trae la cena por 10 euros. Llamamos a la señora de Sigueiro para reservar alojamiento. Sin problema.

 

Aprovechando que disponemos de coche, hacemos caso a Benigno y nos desplazamos a Mesón do Vento para localizar el restaurante e investigar la salida de mañana que enlaza con el Camino por si decidimos dejar el coche allí. Nos fijamos en la alta antena de comunicaciones y otras parabólicas de TVE que habíamos intuido ver desde la entrada al valle del Río Mero, antes de llegar a Casa Julia y también nos fijamos en las nubes de vapor que expulsan las chimeneas de la cercana Central Térmica de Meirama.

 

Una vez explorada la salida de mañana, dejamos el coche junto al restaurante. Ya comienza a notarse el frescor de la noche, no es cuestión de andar paseando por la calle, prácticamente la carretera nacional, a cuyos lados se ubica el lugar, así que sin más dilación entramos en el restaurante donde hacemos tiempo con unas cervezas  mientras  comienzan a servir las cenas. Tomamos una cena aceptable, y antes de las 10 ya estamos en el Albergue pues lo cierran a esa hora.

 

En el Albergue además de nosotros, están alojados el peregrino escocés y otro peregrino que llegó ya anochecido y está terminando la cena que le ha proporcionado Benigno.

Dormitorio de la planta baja del Albergue de Bruma. A punto de apagar luces.

 

A las diez en punto, Benigno apaga las luces. Nosotros ya estamos metidos en la cama.

 

Buenas noches y hasta mañana.

 

Datos del Albergue de Bruma: Albergue de Peregrinos de Bruma. Situado en el lugar de Bruma/Mesía . Coste: 5 €. Plazas: 22. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 692921-981 687001. Atiende: Benigno.

 

4ª JORNADA

 

Viernes, 5 de octubre de 2012

BRUMA/MESÍA – SIGUEIRO
 Entrando en Ordes/Órdenes (28,000 km)
Siguiendo la señalización (24,700 km)
Albergue de Bruma-Sigueiro (entrando en Ordes)

 

Albergue de Bruma-Sigueiro (Oroso)-directo

 

 

Hoy la etapa la vamos a replantear para hacerla más llevadera. Después del palizón de ayer toca descansar un poco. He dormido bien, aunque las dos veces que me he tenido que levantar para ir al servicio, he sentido el contraste de temperatura al cruzar el patio, donde hacía bastante frío, ya me lo temía.

 

A las 07:00 tocan diana. La temperatura exterior es muy fría, creo que estarán rondando los cero grados, además con el ambiente cargado de humedad. Todavía el día no ha despuntado y haciendo honor a su nombre, una bruma espesa se extiende por el lugar.

 

Una vez acomodados en el coche, nos ponemos en movimiento siguiendo el Camino. Al final, hemos pensado desayunar en Ordes y dejar el coche en ese pueblo.

 

Por camino asfaltado vamos ganando terreno, con el coche da gusto. No se ve un alma. Pasamos por los desiertos lugares de O Seix y Cabeza de Lobo y poco después el lugar donde se reparten unas esculturas muy curiosas y por la Iglesia de Castro que vemos en la penumbra. Ya llevamos 3 km desde el Albergue.

 

Seguimos por pista asfaltada pasando por los lugares de A Carreira, A Mamoas y Carballeira, también sin un alma por la calle, otros 2,6 km más.

 

2 km después, atravesamos el lugar de A Rúa. A la derecha vemos la Casa Rural Dª María con un precioso jardín típico gallego, unos metros más allá pasamos por delante de la Iglesia dedicada a San Paio de Buscás en cuya fachada podemos apreciar muy a la ligera, la imagen policromada del Santo.

 
San Paio de Buscás

Tras pasar el lugar de Vilariño, dejamos el Camino para acceder a Ordes (Órdenes), donde buscamos un buen sitio para dejar el coche. Da la impresión de que este pueblo ya es de cierta entidad, tanto por sus casas, como por los comercios y bares. La carretera nacional atraviesa el pueblo por el mismo centro.

 

Estacionamos el coche en la Rúa Recreo y nos dirigimos al bar-pastelería del Hotel Nogallas, esquina a la calle Alfonso Senra, que es la N-550, y la Plaza Municipal Xardin, donde nos hacemos un buen desayuno. El frio no ha desaparecido pero con los estómagos calientes, estamos preparados para lo que se presente. Enfilamos la calle por la que hemos venido, Rúa de los Lagartos y tras una rotonda, tomamos de frente la Rúa Paraiso que enlaza con la AC-3802, cuyo arcén izquierdo está acondicionado para peatones.

 

Hay que enguantarse porque la temperatura baja por momentos según vamos descendiendo hasta el Puente de la Pinguela que salva el Río Cabrón, ¡vaya topónimo!, que pasamos a 2,5ºC con una sensación térmica rayana a los cero grados debido a la humedad. Han sido 2,5 km de paseo. Luego viene una bifurcación, a la izquierda accederiamos al lugar de Calle por donde pasa el Camino, pero nosotros seguimos recto ganando terreno y en suave ascenso enlazamos con el Camino en el lugar de O Carballo a 3,4 km desde Ordes y 12,5 km del Albergue de Bruma. Nos hemos ahorrado de andar 9 km.

 

Ya por el Camino señalizado, vamos dejando atrás los lugares de A Casanova y Carabelos para salvar el río por el Puente de Pereira (1,8 km desde el cruce).

 
Túnel natural

Seguimos alternando caminos de asfalto y tierra entre huertas y bosques de eucaliptus, pasando por los lugares de Carrás y Baxoia para seguidamente salvar la Autopista AP-9 por un paso inferior (3,2 km desde Ponte Pereira).

 

A 700 metros se gira en ángulo recto a la derecha, enfilando una larga pista ancha de tierra que parece trazada con tiralíneas. Son 4 km entre pinares prácticamente en llano sin ninguna edificación hasta llegar al Polígono Industrial de Oroso, en una de sus naves se lee “Televés”.

“Longaniza” hacia Sigueiro.

 

Después de llegar a una rotonda, el camino se desvía a la izquierda por un senderillo que atraviesa un bonito parque para salir a una plaza donde se encuentra el Ayuntamiento. Hemos llegado a Sigueiro. Son las 12:30 horas.

 

Entramos en el Ayuntamiento para sellar las credenciales y preguntamos donde comer. Nos indican el lugar donde se encuentra el Bar-Restaurante “Cortés” en la Avda. de la Gravanxa. –Allí comerán muy bien y barato– nos comenta un guardia municipal.

 

Siguiendo las indicaciones del guardia, damos sin dificultad con el “Cortés” y como hasta la una no comienzan a servir las comidas, nos tomamos unas frescas cervezas haciendo tiempo. Llegada la hora de apertura, escogemos una mesa en un rincón para no molestar con las mochilas. El comedor se llena en un santiamén, lo cual es prometedor. Y la verdad es que la comida no nos defraudó nada. Incluida la bebida, fruta y café 10 €.

 

Una vez con los estómagos contentos, nos aproximamos a la casa donde habíamos reservado alojamiento. Nos recibe muy atenta la propietaria Mª José que le gusta que la llamen Delia, como su madre ya fallecida. Nos enseña la vivienda que forma parte de la segunda planta de una casa unifamiliar en la calle Portiño, 21. Lo encontramos todo muy adecuado y limpio. La casa se compone de tres habitaciones (una de matrimonio, otra con dos camas y otra de 1 cama), una salita, baño completo y cocina. La señora se ofrece a lavarnos la ropa, lo cual nos viene de perlas. Además como hace un sol espléndido, se secará pronto. En la cocina nos deja preparado todo lo necesario para desayunar. Un buen sitio donde alojarse.

Casa de Delia (Sigueiro)

 

Alojamiento en Sigueiro: Casa de Delia, c/Portiño, 21. Tel.: 687 279 398. 5 plazas. Abierto todo el año. Precio 10 € p/persona (incluido desayuno y ropa de cama). Se recomienda reservar. Atiende Mª José.

 

Mientras Paco y yo nos aseamos, Rafael toma el autobús  a Ordes para recoger el coche. Una vez los tres juntos, decidimos ir a Santiago. Con el coche a nuestra disposición no hay ningún problema.

 
Plaza del Obradoiro. Catedral de Santiago

Después de unas vueltas por el casco antiguo de Santiago, nos dirigimos al Restaurante “San Clemente” para cenar, un sitio que nunca nos ha fallado, ni en calidad ni en precio. Nuestra cena: Una variedad de tapas surtidas (entran con la bebida) más unas raciones bien cumplidas de chipirones fritos (fresquísimos), pimientos de Padrón y zamburiñas rebozadas (deliciosas). Todo bien regado con una botella de Alvariño.

Restaurante San Clemente.

Chipirones rebozados y piminetos de Padrón

Zamburiñas rebozadas.

 

Concluida la cena paseamos por las calles del casco antiguo, siempre tan concurridas de turistas y peregrinos y luego nos dirigimos al Parque de la Alameda para contemplar la mejor vista de la Catedral en toda la ciudad y tomar unas fotos, pero nos encontramos con la sopresa de que la iluminación de la Catedral brilla por su ausencia. Una lástima.

Así que acudimos adonde hemos dejado el coche y regresamos a nuestro peculiar albergue. Mª José, o mejor dicho, Delia (como quiere que la llamen) no solo nos había lavado la ropa, sino que nos la había tendido y recogido. Muy agradecidos. No tardamos mucho en encamarnos.

Buenas noches y hasta mañana.

5ª JORNADA

 

Sábado, 6 de octubre de 2012

 

SIGUEIRO-SANTIAGO (17,000 km)
Sigueiro-Santiago

He dormido plácidamente. A las 07:15 horas tocamos diana. Una vez preparado el equipaje, pasamos a la cocina donde la buena señora nos ha dejado todo lo necesario para el desayuno. Café, leche, tostadas, mantequilla, magdalenas, etc. etc.

 

Preparándome para partir.

Cocina de la Casa de Delia

Una vez bien desayunados, salimos al exterior con el equipaje. La mañana está muy fresca, parece que esta noche ha llovido algo. Después de cargar el coche, Paco y Rafa se disponen a partir a pie hacia Santiago. Un servidor, se va a tomar hoy un día de descanso.

 

Después de hacer algo de tiempo, enfilo con el coche la dirección de Santiago. ¡Qué buen papel nos está dando el coche!

 

Dirigido por el “Tom Tom”, no tengo ninguna dificultad en llegar a la Plaza de Galicia, donde después de unas vueltas, encuentro un buen aparcamiento en una de las esquinas de la plaza. Aunque es zona azul, hoy como es sábado, a partir de la dos el aparcamiento es libre, así que tranquilamente,  podemos dejar el coche si queremos hasta el lunes a las 9 de la mañana .

Plaza de Galicia. Hostal Fornos

Hago un poco de tiempo para acercarme al Hostal Fornos, que lo tengo enfrente, donde tenemos reservada una habitación triple. A las once menos cuarto, me acerco al hostal por si ya está libre la habitación y tengo suerte. Una habitación amplia con dos camas de cuerpo y medio y una cama de matrimonio con vistas a la Plaza de Galicia. El precio 60 €. No está nada mal para un sitio tan céntrico.

 

Hostal Fornos PR***: Rúa Hórreo, 7 (Plaza de Galicia)-Santiago de Compostela. Precio habitación triple:  60 €. Tfnos.: 981585130. Buena relación calidad/precio.

 

Sin prisas, traslado el equipaje al hostal y me doy una buena ducha. Salgo a la calle y entro en un bar donde me tomo un café haciendo tiempo para sacar el último ticket de aparcamiento a las 12:00 horas. Tras lo cual, salgo al encuentro de Paco y Rafa que ya no deben andar muy lejos. Cuando enfilo la Avenida de Juan XXIII recibo su llamada. Ya los tengo a la vista al principio del aparcamiento de autobuses. Ahí llegan muy ufanos.

Llegando al centro de Santiago por la Avda. Juan XXIII..

Juntos los tres, hacemos la entrada en la Plaza del Obradoiro por la Rúa de San Francisco, dirigiéndonos directamente al hostal por la Rúa de Francos.

Por la Rúa San Francisco

Les pregunto por la etapa. Me dicen que ha sido una etapa bastante llana y sin complicaciones y me la cuentan.

 

Tras salir de Sigueiro por la N-550 en dirección a Santiago, una vez cruzado el puente sobre el río Tambre, se tuerce a la izquierda por una carretera cuesta arriba que enseguida se deja para atravesar el lugar de Barciela, a 400 metros de Sigueiro, pasando junto a la moderna Iglesia de San Andrés.

 

                Se toma a continuación una pista que atraviesa campos de pinos y eucaliptus hasta cruzar la carretera autonómica AC-250 .

 

                Se avanza después por una pista de tierra entre eucaliptus, propensa a la formación de charcos y barro, hasta salvar la autopista AP-9 por un paso inferior (3,3 km desde Barciela).

 

                Tras pasar la autopista, se gira a la izquierda por una pista de tierra. Después de pasar junto a la Ermita de Nª Sra. de Agualada, se marcha por un camino de servicio junto a la carretera nacional N-550 que poco después se cruza (1,7 km desde la autopista).

 

                Entre campos de cultivo y de monte, se pasa por la Fuente del Inglés  y poco después se salva la vía del AVE por un paso inferior (1,4 km desde la N-550) y el Río Sionlla por un puente (800 metros después). Sigue la pista por el monte hasta tocar el asfalto en el lugar de O Barral (2,3 km desde el cruce del río). 1 km después se entra en el Polígono Industrial del Tambre por el vial de Galileo (todos los viales tienen nombre de inventores) y que se atraviesa, pasando 500 metros después por la tapia posterior del Cementerio de Santiago.

             Ya practicamente comienzan las primeras casas de Santiago, al que se accede por el Barrio de Guadalupe y tras entrar por el Parque de Fermín Bouza Rey, se llega a la Plaza de la Paz en cuyo centro se alza la figura monumental de un peregrino. A la izquierda, en medio de la avenida, se puede ver la Ermita de San Caetano y sus jardines.

              Por el Paseo del Parque se enfila la Avenida de Juan XXIII con la silueta de la Colegiata de San Francisco y tras ella la de la Catedral (5 km desde el cementerio)
Una vez aseados, nos dirigimos  a la Oficina del Peregrino para obtener la Compostela y a continuación al Restaurante San Clemente para comer.

 
Entrada a la Oficina del Peregrino
 
Haciendo cola para obtener la Compostela

Sigue lloviznando. Como es habitual, nos atienden formidablemente. Nos fijamos en una vitrinas del restaurante con varias fotografías en las que aparece como figura central S.S. el Papa Benedicto XVI y un muestrario de vajilla, cristalería y cubiertos de mesa que se usaron en el banquete en honor a S.S. el Papa y su séquito  en el Palacio de Arzobispado de Santiago, durante su visita del 6 de noviembre de 2010. Nos explica el maître que fue esta casa la elegida para servir la comida a base de un menú tradicional gallego. Incluso se expone la carta con el menú. Nos explica el buen hombre el movimiento que hubo por el restaurante unos meses antes al evento, para conocer in situ, por parte de “embajadores” del Papa, los pormenores del restaurante y su cocina. Una gran responsabilidad para el personal de la casa que, a pesar de los nervios,  estuvieron a la altura de las circunstancias.

 
Exposición vajilla usada en el almuerzo de S.S. el Papa

Bien comidos, nos dirigimos al Hostal para descansar. Sigue la tarde lluviosa y el cielo no tiene pinta de que la situación mejore. Una siesta es lo que pide el cuerpo.

 

A media tarde,  nos preparamos para asistir a la Misa del Peregrino de las 19:30 horas y dar el habitual abrazo al Apóstol. Nos tenemos que conformar con orar unos minutos ante su tumba pues cuando llegamos habían cerrado el acceso a la imagen del Apóstol.

Tras la Santa Misa, nos acercamos a comprar unos recuerdos y especialmente a una de las tiendas que Industrias Cotón tiene en Rúa Francos  donde nos ofrecen unos chupitos de los licores más representativos que elabora la Casa. Después de comprar unos productos típicos gallegos, nos dirigimos al Restaurante San Clemente para cenar. Esta vez y como despedida de Santiago, vamos a permitirnos un capricho, unas raciones cumplidas de camarones y navajas a la plancha más la consabida variedad de tapas regado todo con unas cervezas. ¡Exquisito!

Camarones cocidos.

Navajas a la plancha.

 

Caras sonrientes tras la cena.

 

 

No ha lugar a deambular por la calle bajo la inclemente lluvia. Así que lo más prudente es retirarse al Hostal y descansar para estar preparados mañana para enfrentarnos a la prolongación del Camino a Fisterra.

Habitación del Hostal Fornos.

 

 

Buenas noches y hasta mañana

 

6ª JORNADA

 

Domingo, 7 de octubre de 2012

 

SANTIAGO-NEGREIRA (22,600 km)
Santiago-Negreira

                Después de dormir muy bien en el familiar Hostal Fornos, nos levantamos a las 07:15 horas y lo primero que hago es asomarme a una de las ventanas. Parece que la lluvia ha cesado y lo mejor de todo, que se aprecian muchos claros en el cielo. Menos mal que de momento,  el tiempo parece que nos va a dar una tregua.

 

Preparamos nuestros bártulos y cargamos en el coche todo menos las mochilas con lo que consideramos cada cual apropiado para la etapa. Hacemos un buen desayuno en una cafetería frente al Hotel Compostela y sin más preámbulos enfilamos la Rúa de Francos en dirección a la Plaza del Obradoiro donde comienza la señalización del Camino de Fisterra.

 

El reloj de la Berenguela marca las nueve menos cuarto. La Plaza del Obradoiro ya se encuentra bien nutrida de peregrinos, unos que llegan y otros que se preparan para continuar a Finisterre. Enfilamos la Rúa das Hortas en ligera bajada para enlazar con la Rúa de San Lorenzo que seguimos hasta llegar a un frondoso robledal, la Carballeira de San Lorenzo, situado a la izquierda de las últimas casas de la ciudad. Comenzamos un fuerte descenso por la Cuesta de Cano llevando a nuestra izquierda la “carballeira” hasta alcanzar el curso del Río Sarela, afluente del río Sar, que se salva por un puentecillo. Han sido 1,5 km desde la Plaza del Obradoiro.

Puente sobre el Río Sarela

 

 

A partir de este punto sigue a la izquierda un camino de tierra por la ribera derecha del río que se deja a pocos metros para iniciar por una estrecha vereda una subida por el monte hasta alcanzar el lugar de Sarela de Abajo (700 metros desde el puente). Curioso nombre porque más bien debería llamarse “de arriba”. Son las 09:25 horas. En este lugar es obligatorio dirigir la mirada hacia atrás para contemplar una hermosa panorámica de la ciudad con la silueta de la Catedral en primer término. Será nuestra despedida de Santiago que a partir de ahora desaparecerá de nuestra vista. Nos juntamos con un grupo de peregrinos que están haciendo unas fotos y aprovechamos para hacer lo mismo que ellos.

Panorámica de Santiago (Sarela de Abajo).

 

 

Una vez en el asfalto giramos a la izquierda y tras pasar la aldea se tuerce a la derecha introduciéndonos en un bosque de robles y eucaliptus llegando hasta un alto. Después viene un fuerte descenso por monte hasta alcanzar el asfalto en el lugar de Moas de Abajo (1,5 km desde el punto anterior).

 

Ya en el valle seguimos por el asfalto entre huertas y casas sueltas y a 900 metros estamos en el lugar de O Carballal. A pesar de que el Camino está bien señalizado con mojones de la Xunta, hay que ir muy atentos a los cruces.

 

Alternando el asfalto con la tierra vamos cruzando el Valle de Fontecova hasta iniciar  500 metros después de salvar el arroyo, otra nueva subida por el bosque para cruzar otra montaña. El buen tiempo de momento nos acompaña y la temperatura va en ascenso. Subimos el monte sin gran dificultad y comienza otro descenso. Tras cruzar un cortafuegos seguimos descendiendo. El paisaje es muy bonito.  A 1,7 km del inicio de la subida, hay un cruce. Vamos charlando algo distraídos,  siguiendo la estela de una peregrina fortachona que gira a la derecha y nosotros que nos vamos tras ella sin más, todo hay que decirlo. Cuando llevamos recorridos unos 200 metros oímos  el grito de un paisano que está faenando en la huerta. ¡Qué no es por ahí!¡Qué no es por ahí! Evidentemente la peregrina nos ha despistado, nos hemos salido del Camino. A su vez, repetimos el grito a la peregrina, que va unos cincuenta metros por delante, para que retroceda. Cuando llegamos de nuevo al cruce nos damos cuenta del error. Hay un mojón, por cierto algo escondido por el matorral.

Ya en el Camino seguimos bajando. A 250 metros cruzamos la carretera local AC-7802  en el lugar de Quintans. La peregrina nos viene pisando los talones, ¡vaya paso lleva la muchacha! Estamos cruzando el valle del Río Roxos, antesala del Alto do Vento. En el primer cruce que encontramos una vez pasado Quintans, oímos un vocerío a la izquierda procedente de un campo de fútbol. Dado el día que es, habrá algún encuentro entre equipos de la comarca. ¡Vaya griterío! La peregrina fortachona encuentra a otras dos peregrinas  que están junto al campo de fútbol y se va con ellas. A 600 metros de la carretera terminamos de cruzar el valle, justo en el curso del Río Roxos que salvamos por un puente.

 

Comenzamos el ascenso al Alto do Vento, una subida más exigente que las anteriores pero bastante soportable. Por otra parte el entorno acompaña. 1.200 metros más arriba llegamos al Alto donde tenemos frente a nosotros el Bar-restaurante “Alto do Vento” que viene al pelo para permitirnos un receso. Son las 11:15 horas, buena hora para almorzar. Llevamos 10 km recorridos en 02:30 horas.

 

Sentados cómodamente en la terraza cubierta adosada a la fachada, nos tomamos unos pinchos generosos de tortilla de patatas con unas cervezas complementados con unos cafés. Suficiente para reponer energías y afrontar los obstáculos que toque.

 

A las 12:00 horas reanudamos la marcha con nuevos bríos. Viene ahora una bajada por el arcén de la carretera con dos salidas y entradas a la misma para aprovechar pistas  que evitan el peligro del tráfico y tras atravesar los lugares de Ventosa y Lombao, enfilamos una gran longaniza en suave descenso por una acera habilitada para el paso de peregrinos en el arcén izquierdo de la carretera. Frente a nosotros la cadena montañosa en la que se encuentra el Alto del Mar de Ovellas que tendremos que coronar. Paso a paso, llegamos al final del valle en el lugar conocido como Aguapesadadonde nos tomamos unos minutos de descanso bajo una marquesina de autobús. Son 2,7 km desde el Alto do Vento. El termómetro para arriba. No cabe duda que tendremos que sudar la camiseta.

 

Tomamos aire y ¡ultreia!. Un mojón de la Xunta bien situado nos hace torcer a la izquierda por un camino enlosado con un área de descanso y un coqueto puentecillo sobre el Arroyo de Aguapesada. Una joven peregrina no se da cuenta del mojón y continúa por la carretera. La advertimos de su despiste con un grito de ayuda. Tras pasar entre las casas de Aguapesada y cruzar una carreterilla a 150 metros de la marquesina, comienza la temida subida por un camino de tierra.

Hay que apretar los riñones porque la cuesta es de las de aúpa. Cada uno va a su aire y ritmo. A Rafa lo llevo delante. Es una pista entre bosque con bancos a intervalos regulares que vienen muy bien para descansar si fuera preciso. El grupo de peregrinos con los que venimos coincidiendo desde Santiago, se ha parado para oxigenarse. Yo sigo a mi ritmo, resoplando y sudando la gota gorda. Gracias a la sombra que produce la arboleda la subida se hace más llevadera. ¡Cómo se empina la cuesta! A 900 metros tras vencer un desnivel de 100 metros, se cruza la carretera y se sigue subiendo por la pista de tierra que parece no tener fin. Paso a otros peregrinos. Sigue la cuesta, continua el sufrimiento durante otros 600 metros cuando se enlaza con la carretera y la pendiente se suaviza. Rafa sigue por delante. A Paco no le veo. 700 metros de marcha por el arcén y ya estoy en la famosa fuente del Alto del Mar de Ovellas con Rafa. Es el punto más alto (286 m.s.n.m.). Son las 13:10 horas. Me descargo la mochila y meto sin pensármelo dos veces la cabeza en la fuente. ¡Qué delicia de agua! ¡Qué bien me sienta!. Poco a poco van llegando los demás peregrinos, Paco entre ellos.

Fuente del Alto del Mar de Ovellas.

 

Tras un breve descanso reanudamos la marcha. Ahora por asfalto pero en suave bajada vamos atravesando la meseta entre huertas. Una tras otra, pasan las aldeas de Carballo, Trasmonte, Reino, Burgueiros hasta Ponte Maceira a muy poca distancia unas de otras y casas con bellos jardines y algunos esbeltos hórreos. Tras una curva, pasamos ante un Bar-restaurante donde se encuentran comiendo bastantes peregrinos y enseguida  el puente conocido como “a Ponte Vella” sobre el Río Tambre cuyas aguas se remansan en una presa, apta para el baño, y vuelven al cauce normal tras el correspondiente salto. Son las 14:00 horas. El puente,  protagonista de varias leyendas,  es de origen romano y está asentado sobre cinco arcos de sillería (el del medio ojival) y dos más pequeños.  A la derecha, al otro lado del río se alza el Pazo de Baladrón con sus dependencias, construido a mediados del siglo pasado y en el que destacan sus palomares y varios hórreos, y cruzado el puente, la Capilla de San Brais (Blas) que data del siglo XVIII y para completar el entorno, dos molinos, un artístico crucero y el antiguo pueblo de Ponte Maceira. En definitiva, un conjunto histórico-artístico de gran relevancia paisajística con el que el deleite de los sentidos está asegurado.

Puente Maceira sobre el Río Tambre.

 

Pazo Baladrón.

 

Capilla de San Blas desde el puente.

 

Después de un rato contemplando el entorno, cruzamos el puente, dejando la capilla de San Brais a la derecha y pasando ante el crucero, atravesamos la aldea por una calle empedrada.

Cruceiro de Ponte Maceira

Calle empedrada de Ponte Maceira.
A la salida, se toma a la izquierda un camino medio  asfaltado que discurre por la ribera derecha del río para separarse de él poco después y convertido en camino de tierra, pasar entre los pilares de la carretera AC-544 para salir después a ella (1,6 km desde el puente).

 

Por el arcén izquierdo, obviamos una señal que nos haría cruzar la peligrosa carretera para pasar por el centro del pueblo de Barca, volver a la carretera principal y cruzarla de nuevo, y seguimos por el arcén otros 600 metros, retomando la señalización que nos desvía a la izquierda por una carreterilla que pica hacia arriba ligeramente y va dejando a la izquierda el vallado del Pazo Albariña, situado tras el cerro, rodeado de un bello paraje. A 1,2 km del desvío un cartel del Albergue San José indica desviarse a la derecha por un camino de tierra. Aunque es el albergue donde tenemos pensado ir, continuamos adelante y a 200 metros enlazamos con la Avda. de Santiago, el acceso a Negreira. Estamos en la entrada del pueblo. NOTA: Si hubiéramos seguido la flecha del cartel, hubiéramos salido también a la Avda. de Santiago a la altura de una gasolinera de Repsol, cruzando la carretera y siguiendo por la calle de enfrente, hubiésemos llegado directamente al Albergue sin pasar por el centro del pueblo ahorrándonos 400 metros.

 

Entramos en el pueblo. El monumento a las Vaqueiras en medio de una plazoleta nos da la bienvenida. Ahora es cuestión de buscar el Albergue de San José. Son casi las tres de la tarde y debemos dejar las cosas en el albergue para ir a comer. No tenemos ningún problema en encontrar el Albergue al final de la calle de Castelao, en los bajos de un edificio de nueva construcción. Mientras estamos esperando a la hospitalera, llegan el grupo de peregrinos que nos hemos estado viendo en el Camino, ellos han venido por el atajo. El Albergue es de lo mejorcito que conozco. A una hospitalidad correcta se le suman unas instalaciones amplias y con mucha luz. Por 12 € tienes una buena litera con ropa de cama textil y taquilla con llave. Como se hace tarde, dejamos los bártulos y nos dirigimos al Bar-Restaurante Barqueiro, recomendado por la hospitalera, a ver si llegamos a tiempo. Tenemos suerte, todavía están sirviendo comidas. Para abrir boca, pedimos unas empanadas caseras de zamburiñas y de segundo, un pescado a la plancha muy fresco. Todo muy bueno pero nos parece algo caro. Le preguntamos al propietario si conectarán la tele para ver el partido Barça-R. Madrid. Nos contesta que sí, pero si queremos un buen sitio debemos venir a las 19:30 horas No hay problema, seremos puntuales.

 

De vuelta al Albergue, Rafa y Paco se van a Santiago en el autobús para recoger el coche. Yo aprovecho para darme una buena ducha. Con relación al albergue, cabe señalar que tanto las duchas y baños, como todas las instalaciones son  perfectos. Me echo en la cama para descansar, sobre todo las piernas.

Recepción del Albergue San José

Ancho pasillo con estantería para las botas.

 

Comedor y Sala de estar

 

Uno de los dormitorios.

 

Las duchas y aseos, todo muy limpio.

 

 

A las 19:00 horas llegan Rafa y Paco y nos vamos al bar para coger buen sitio para ver el partido. El bar se llena en unos instantes. ¡Menudo ambiente se forma! Nos tomamos unas cervezas con unos pinchos de tortilla y una vez terminado el partido que por cierto quedan en tablas sin contentar a nadie, regresamos al Albergue. Es hora de retirarse a descansar que la etapa de mañana es de cuidado.

 

Buenas noches y hasta mañana.

 

Albergues de Peregrinos en Negreira:

 

Albergue de Peregrinos de la Xunta. Situado en el Barrio de Negreiroa a 1,5 km del centro de Negreira. Coste: 5 €. Plazas: 22. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 606 280 202. Atienden: Charo y Paula.

 

Albergue Turístico San José. Rúa de Castelao, 21. Coste 12 € (incluye ropa de cama y toalla). Plazas: 50. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 881 976 934; 636 761 290. Atiende José Antonio.

 

Albergue Lúa. Avda. de Santiago, 22. Coste: 10 €. Plazas: 40. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 620 023 502. Atiende Pilar González o Marcos.

 

Albergue El Carmen. Calle del Carmen, 2. Coste: 10 €. Plazas: 34. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 88 16 52; 636 129 691. Atiende:  Mª Carmen.

 

Albergue Turístico de Logrosa. Rúa Logrosa, 6-Logrosa (una aldea de Negreira). Plazas: 20. Coste: 17 € en litera; Habitación doble: 37 €; Habitación individual: 25 € (Todos los precios incluyen el desayuno).Teléfonos: 981 88 58 20; 646 142 554. Atienden: Antonio y Luis.

 

7ª JORNADA

 

Lunes, 8 de octubre de 2012

 

NEGREIRA-OLVEIROA (33,200 km)

NEGREIRA-OLVEIROA – entrando en A Picota – (35,500 km)

 

Negreira-Olveiroa (Ruta Oficial)

Negreira-Olveiroa (entrando en A Picota)

He dormido de maravilla. El albergue es de los de cuatro estrellas, lo único que le falta para la quinta es un bar con comidas, pero creo que el propietario ya está pensando en ello.

 

¡Vaya cambio ha dado el tiempo! Llueve sin parar. Creo que se ha pasado toda la noche lloviendo. Así que nos montamos en el coche y buscamos un sitio donde desayunar que encontramos en una pastelería al principio de la calle Castelao. Café con leche acompañado de unos croissants recién elaborados es más que suficiente. Tal como está el tiempo hay que planificar la etapa. Decidimos que Paco se hará cargo del coche hasta Vilaserio a 12,9 km de Negreira y allí le relevaría yo.

 

Para adelantar un poco, decidimos comenzar a caminar a partir del barrio de Negreiroa. Nos montamos de nuevo en el coche y buscamos la salida que nos cuesta encontrar ya que debido a la lluvia se ve poco. Al final comprobamos que la salida es muy fácil, solo seguir la misma calle del albergue que te dirige por una calle adoquinada al Pazo Cotón. Se cruza la plaza homónima donde tenemos un monumento en memoria del emigrante y después de salvar por un puente el Río Barcala (afluente del Tambre), se toma a la izquierda en suave ascenso hacia el barrio de Negreiroa. Un poco antes se deja el cruce que siguiendo la carretera de frente, en 100 metros se llega al Albergue de Peregrinos de la Xunta. Nosotros torcemos a la derecha hacia el barrio de Negreiroa donde nos deja Paco junto a la Iglesia de San Xulián. El tiempo es infernal. Llueve sin parar. No hay mas remedio que ponerse los chubasqueros. Además, yo me pongo los pantalones impermeables.

 

Iglesia de San Xulian (Barrio Negreiroa)

 

Nos despedimos de Paco y ¡ultreia!. El Camino se introduce pronto en un bosque muy tupido con un piso muy embarrado. Además de la lluvia, tenemos que soportar el agua que dejan caer las hojas de los árboles movidas por el viento. Vamos ascendiendo a buen ritmo entre la frondosa vegetación.

A 1,5 km salimos a la carretera AC-5603 que será nuestra referencia de viaje a lo largo de casi tres cuartas parte de esta etapa.  Ahora tomamos el arcén de la carretera y a 750 metros un mojón de la Xunta nos desvía a la derecha en el lugar de Zas, unas cuantas casas que atravesamos enseguida, enlazando de nuevo con un camino de tierra. Sigue el ascenso entre arboleda y la lluvia que se obstina en no dejarnos. Pasamos a varios peregrinos extranjeros.

 

A 4 km de Zas atravesamos el lugar de Rapota. Una corta bajadita entre huertas  y de nuevo subida por bosque. A pesar de la lluvia caminamos a ritmo. La carretera principal siempre la llevamos a la izquierda a poca distancia. 1,3 km después llegamos a la Iglesia Parroquial de San Mamede de Pena. Una placa de bronce sobre una roca agradece al Alcalde de Negreira la reforma del atrio y la construcción en el año 2006, de la avenida enlosada que da acceso a la Iglesia. Hacemos una corta parada aprovechando que la lluvia ha aflojado algo.

Iglesia San Mamede de Pena

 

Tras dejar el lugar de Piaxe a la derecha, viene un repecho que nos saca a la carretera. Son 600 metros desde la iglesia. Caminamos ahora por el arcén siempre en subida. Ahí viene Paco a nuestro encuentro después de haber dejado el coche en Vilaserio. Ya los tres juntos proseguimos. A 500 metros, un mojón indica un desvío a la derecha. Paco nos dice que el camino está muy embarrado por lo que en estas condiciones es justificable seguir por la carretera a la que muy pronto volverá a salir el Camino, lo cual lo hace después de recorrer 900 metros. Llegamos a la cota más alta (430 m). A partir de este punto se inicia un fuerte descenso y a 1,5 km salimos de la carretera por la izquierda en el mojón kilométrico K.11,200 para tomar un camino que en 300 metros de bajada nos deja frente al Bar-Restaurante Nosa Casa y Albergue de Peregrinos “O Rueiro” de Vilaserio (12,9 km desde Negreira). Buen sitio para hacer un receso y recuperar energías.

 

AlbergueTurístico “O Rueiro”. Vilaserio s/n. Plazas: 30. Coste: 12 €. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 89 35 61 / 659 56 81 39. Atiende: Jesús Puñal.

 

Paco ha almorzado ya, así que ahora nos toca a Rafa y a mí hacer lo propio con unos soberbios bocadillos de lomo y queso a la plancha acompañados con unas cervezas.

 

A partir de aquí, me hago cargo del coche. Dejo a Rafa y Paco continuar a pie.

Siguiendo las indicaciones del “Tomtom” me dirijo directamente al Albergue “El Hórreo” de Olveiroa donde ya hemos reservado el alojamiento. Haciendo este recorrido, entrando en A Picota (Mazaricos) serían 35,550 km, es decir unos 3 km más que la ruta oficial.

 

Albergue “El Hórreo”

 

Tomo posesión de tres camas bien situadas, descargo los bártulos del coche y me doy una buena ducha. Una vez aseado y cambiado, tomo el coche y me voy en busca de mis compañeros. Llueve sin compasión. Veo a algunos peregrinos que van llegando. No se les ve ni la cara. En el trayecto, el limpiaparabrisas no da abasto para despedir el agua, y para más inri, encuentro una niebla espesa   asentada en las estribaciones del Monte Aro, lo que dificulta mucho la conducción. Al descender del monte, se va disipando la niebla, enlazando con el Camino en el lugar de Vilar de Castro. En sentido contrario a las flechas, tomo la carretera que desemboca en la carretera de Muros (AC-400), en el lugar de Lamelas. Allí encuentro a Paco y Rafa enfundados en los impermeables, y que acaban de salir de un bar donde se han tomado unas cervezas. Como la lluvia arrecia por momentos, optamos por lo más prudente, montar en el coche y todos juntos llegar a Olveiroa pasando por el pueblo de A Picota (Mazaricos) y el Puente Olveira sobre el Río Xallas que acaba de dejar 3,5 km antes, parte de sus aguas en el gran Embalse de Fervenza.

 

Albergue O Refuxio da Ponte (privado). Ponte Olveira, s/n. Plazas: 10. Coste: 10 €, Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 74 17 06; 655 620 180. Atiende: José Manuel.

 

Durante el trayecto, mis compañeros de fatigas me comentan el recorrido:

 

De Vilaserio, se sale a la carretera AC-5603, tirando a la izquierda. Se sigue por el arcén durante 1,9 km para desviarse a la derecha y entrar en el lugar de Cornado, situado a 200 metros de la carretera. Tras recorrer 1 km por pista de tierra entre huertas, se enlaza con la carretera AC-5604 que se sigue a la derecha 350 metros y desviarse a la izquierda por otra pista de tierra y 3,5 km después, recorriendo sucesivas pistas de concentración parcelaria con cruces bien señalizados con mojones de la Xunta. se llega a la localidad de Maroñas. En este pueblo se sitúa el bar de comidas Casa Victoriano junto a la carretera de Muros (AC-400).

 

                No es necesario seguir por la carretera que lleva un tráfico muy intenso. Las flechas dirigen al peregrino por caminos rurales paralelos más o menos a la carretera principal, al lugar de Santa Mariña(1,2 km desde Maroñas), donde se sitúan dos Albergues privados de peregrinos:

 

Albergue Casa Pepa (privado). 16 plazas en literas(12 €)+2 en habitación (20 €). Tel. 981852881. Atiende Flora.

 

 Albergue Santa Mariña (privado). 10 plazas y 10 € de coste. Tel.: 981852897-653626864. Atiende Mery.

 

De Santa Mariña se sale de nuevo a la carretera (450 metros) en el lugar de Lamelas. Junto a la carretera tenemos primero un bar y unos metros más allá el Bar-restaurante Antelo.

Aquí es donde me encuentro con Paco y Rafa. Desde Vilaserio son 8,6 km. y quedan 13,4 km para llegar a Olveiroa.

 

Comento el resto de trayecto a partir de la salida a la carretera desde Santa Mariña:

 

Se toma la carretera AC-400 en dirección a Muros y a 500 metros hay un desvío a la derecha dirección Bon Xesús, después de haber pasado el lugar de Lamelas. Se toma dicho desvío, una carretera rural asfaltada en ascenso. A 1,9 km pasamos los lugares de Bon Xesús y Gueimo. Se sigue ascendiendo. A 600 metros encontraremos el lugar de Vilar de Castro, que es por donde yendo en coche, el “Tomtom” nos había desviado a la izquierda para pasar por a A Picota. En dicho cruce, el Camino sigue a la derecha. 3 km después se pasa por el lugar de Lago. 500 metros más allá encontramos el lugar de Porteliñas, tomando a la izquierda. 400 metros adelante se llega a un cruce en el lugar de Abeleiroas. A la derecha sigue el Camino, de frente sería la dirección más indicada para llegar a A Picota (Mazaricos) donde hay toda clase de servicios, incluido el Hotel Casa Jurjo con restaurante (3 km desde el cruce). Siguiendo el Camino, cruzamos el lugar de Abeleiroas. A partir de Abeleiroas, el Camino llanea al principio para descender y enlazar con la carretera AC-3404 que viene de A Picota (Mazaricos) en el lugar de Mallón. Son 3,4 km desde Abeleiroas. Se toma a la derecha y a 200 metros se salva el Río Xallas por el Puente Olveira un enclave paisajístico especial. Siguiendo la carretera se atraviesa el lugar de Ponte Olveira a 200 metros del puente. 1,300 km después, se sale de la carretera por la izquierda, entrando en Olveiroa350 metros más allá.

 

Una vez en el Albergue, Paco y Rafa se dan una buena ducha.  Como hemos almorzado bien, estamos cumplidos al respecto, lo mejor es echar una buena siesta. Tomo con gusto la cama durmiéndome mientras escucho el repiqueo de la lluvia que no da tregua.

Dormitorio del Albergue “El Hórreo”

 

Cuando nos levantamos a media tarde, damos un paseo por el pueblo bien abrigados contemplando los hórreos que abundan en el lugar. Dicen que en el pueblo, hay más hórreos que casas. Por otro parte, los hórreos eran un signo ligado a la opulencia, lo cual era un factor importante a tener en cuenta por los mozos y mozas en edad casadera. Delante de nuestro Albergue hay uno espectacular de donde proviene el nombre. Además del Albergue de la Xunta, está la Pensión Rústica “As Pías” .

Por las calles de Olveiroa. Tres hórreos en poco espacio.

Pensión Rústica As Pías.

 

 
Hórreo de cantería. Detalle de las robustas columnas y “rateiros”

Está oscureciendo, ya va siendo hora de pensar en ir a cenar. La hospitalera nos recomienda la Churrasquería “California” en A Picota (Mazaricos).

 

Cogemos el coche y nos dirigimos a dicha localidad. Preguntamos en la Churrasquería “California” y nos dicen que entre semana no sirven cenas. Así que nos acercamos al Hotel Casa Jurjo donde nos encontramos con el grupo familiar que viene con nosotros desde Santiago. Se han quedado a dormir en el hotel. Nos dicen que son de Talavera de la Reina.

Una vez cenados, es hora de regresar al Albergue, porque en el exterior, no está el horno para bollos. Sigue lloviendo con fuerza.

 

De vuelta al Albergue, conocemos al propietario, se llama Antonio, un gallego extrovertido que nos da mucha conversación. Nos comenta que tiene en proyecto abrir un bar para dar comidas, es lo único que le falta al Albergue, porque en un edificio anexo también dispone de Pensión para los que deseen más intimidad. Tras un rato de charla, nos retiramos a descansar, son casi las 10 de la noche.

 

Mañana, Dios dirá. Buenas noches y hasta mañana.

 

Albergues en Olveiroa:

 

Albergue de Santiago (Xunta). Olveiroa. Plazas: 34. Coste: 5 €. Disponibilidad: Todo el año. Teléfono: 658 04 52 42.Atiende: Puri.

 

Albergue Turístico “El Hórreo”. Olveiroa. Plazas: 49. Coste: 12 €. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 74 16 73, 617 026 005. Atiende: Antonio o su hija.

 

8ª JORNADA

 

Martes, 9 de octubre de 2012

 

OLVEIROA-CORCUBION
Hasta Corcubión: 20,800 km
Hasta el Albergue de San Roque: 21,800 km
Olveiroa-Corcubión (Albergue de S. Roque)

Olveiroa-Corcubión

He dormido casi de un tirón. A las 8 nos vamos levantando sin prisas. Tenemos todo el día por delante. Además comprobamos que para no variar sigue lloviendo. Creo que no ha dejado de hacerlo en toda la noche.

 

Desayunamos un buen tazón gallego de café con leche y tostadas con mantequilla. Antonio nos encarga unas botellas de licor café casero que compramos para regalar en Castellón.

Aparece el grupo de talaveranos cubiertos hasta las cejas que vienen desde el Hotel Casa Jurjo en A Picota, donde han pernoctado. Se toman un descanso para desayunar a gusto. Hoy terminarán la etapa en Cee.

Planificamos la etapa. Yo me encargaré del coche hasta la fábrica de fundición de Hospital.

Cargamos el equipaje y dejo a Paco y Rafa continuar el Camino a pié. Espero un rato con la esperanza que escampe, pero por el color del cielo no tiene visos de hacerlo. Así que me monto en el coche y me dirijo al Bar junto a la carretera una vez pasado el lugar de Hospital, donde les espero.

Bar de Hospital

Tras un rato, aparecen los dos. Afortunadamente ha dejado de llover. Parece que el tiempo nos da una tregua. Este es el último lugar de avituallamiento hasta Cee, así que aprovechamos para tomarnos unos cafés. A continuación, ellos continúan la etapa a pié. Nos veremos de nuevo en la entrada a la Fábrica de Fundición.

Paco y Rafa preparados para seguir a pié.
Tomo el coche y me dirijo al lugar acordado, la entrada a la Fábrica de Fundición (antigua de carburos) en la carretera de Noia, donde haremos cambio de conductor.

 

Comento el trayecto de Olveiroa hasta aquí:

 

Se abandona Olveiroa a la altura del lavadero municipal tomando un camino de tierra a la izquierda, que asciende hacia un poste de alta tensión. Una vez allí se tuerce a la derecha y se continua ascendiendo hasta la cima del Monte do Sino. Abajo a la izquierda fluye el Río Xallas cuyas aguas fluyen remansadas por una presa. Delante unos molinos eólicos. Una vez en el alto, se desciende hasta cruzar el Río Hospital por un puente de reciente construcción. Hasta hace poco tiempo, había que vadear el río de mala manera sobre piedras (2,5 km desde Olveiroa).

 
Moderno puente sobre el río Hospital

              Por la ladera del monte se camina paralelo al río Hospital, atravesando el lugar de Logoso (1 km desde el puente). Sigue después un camino de tierra en ascenso hasta enlazar con la carretera de Noia, a la altura del lugar de Hospital (1,5 km desde Logoso). Se toma la carretera a la izquierda en ascenso. 350 metros más allá se encuentra el bar a la izquierda de la carretera. Frente al bar sale una carreterilla a la derecha que tras un pequeño rodeo desemboca de nuevo en la carretera principal y unos metros más adelante se llega a una rotonda (600 metros desde el bar), la fábrica la tenemos a la izquierda.

 

Albergue O Logoso (privado). c/ O Logoso, s/n (O Logoso). Plazas: 22. Coste: 12 €; posibilidad de habitaciones dobles a 30 €. Disponibilidad: Todo el año. Teléfono: 659 505 399, 981 72 76 02. Atiende: Domingo.

 

Bar de Hospital. Alquilan habitaciones.

 

                En esta rotonda ajardinada con el escudo del Concello de Dumbría, es donde se bifurca el Camino. A la derecha a Muxía y a la izquierda a Finisterre. Se toma por lo tanto a la izquierda y 500 metros más adelante se encuentra un ensanchamiento que da entrada a la Fábrica.

 

Tras un cuarto de hora de espera, ahí aparece la pareja y hacemos el cambio de conductor, ahora le toca a Paco dejar el coche en Cee. En compañía de Rafa me dispongo a seguir el Camino a pié.

 

A 100 metros de la entrada a la Fábrica un mojón de la Xunta nos saca de la carretera por una pista a la derecha. En suave descenso a 1,8 km el Camino cruza una carreterilla rural con un crucero en medio de la misma, en cuyo pedestal escalonado los peregrinos han ido depositando piedras hasta ocultarlo para formar un gran túmulo, emulando al del Alto de Ferro, es el Cruceiro de Marco do Couto.

Crucero de Marco do Couto.

Por pistas de concentración parcelaria en descenso, se llega tras 2 km al despoblado de Fonte Santa donde se emplaza el Santuario de Nª Sra. de las Nieves. Un paraje muy recóndito y donde se hace preciso una parada para visitarlo.

Santuario de Nª Sra. de las Nieves.

 
Detalle de la Capilla

Seguimos por los Montes de Pedras Loiras por pistas y caminos de firme irregular hasta pasar junto a la Ermita de San Pedro Mártir  (3,4 km desde el Santuario).

 

Unos 300 metros después, nos sale al encuentro Paco que a pesar de la niebla y el fresco, ha sudado la camiseta para subir desde Cee donde ha dejado el coche.

 

A 2,4 km de la ermita, llegamos a lo más alto del monte, donde un cártel indica el desvío al Cruceiro de Armada (a 100 metros del Camino), ya en bajada, aunque no se ve nada a lo lejos debido a la niebla. Desde hace un rato, ya se debería ver el Océano Atlántico.

 
Crucero de Armada (al fondo el océano)

A 200 metros viene el verdadero descenso en picado hacia la costa. En claros que deja la niebla podemos ver a duras penas las aguas del océano. Creo que es la ilusión de todo peregrino divisar el Cabo Finisterre, pero la mayoría de los días es imposible. De todas formas esos pequeños atisbos de mar entre la niebla te producen cosquillas en el estómago y la verdad es que llegan a emocionarte.

 
Primera visión de la Ría de Corcubión

La bajada a Cee es muy dura y las rodillas tienen que emplearse a fondo y en consecuencia notan el esfuerzo. Además el firme del Camino es muy irregular y está lleno de piedras por lo que hay que ir buscando las orillas para bajar con más comodidad, dentro de lo que cabe. Menos mal que de momento ha dejado de llover.

 
Descendiendo a Cee
 
Ría de Corcubión

 

 
Corcubión

A pasitos cortos para no forzar las rodillas,  llegamos por fin a la carretera AC-550 en el lugar de Os Camiños Chans. Han sido 1,9 km de bajada pronunciada.

 
Último tramo del descenso

Albergue O Bordón (privado). Camiños Chans (Cee). Plazas: 24. Coste: 12 €. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 74 65 74; 655 903 932. Atiende: Pedro.

 

Se acabó el sufrimiento. Tomamos a la derecha la dirección de Cee. En lugar de seguir hasta el centro del pueblo, bajamos por una calle en busca de la orilla del mar. Primero accedemos a una carretera que enlaza con el paseo de concha que bordea la playa y ya por el bonito paseo ajardinado encontramos el coche en el aparcamiento donde lo había dejado Paco (1,1 km desde Os Camiños Chans). La etapa a pie la damos por concluida. Para llegar al Albergue de San Roque, todavía nos faltarían 2,5 km.

 

Albergues en Cee:

 

Albergue Moreira (privado). c/Rosalía de Castro, 75 (Cee). Plazas: 22. Coste: En litera 12 y 12,5 euros; hay habitaciones dobles a 25 y 30 euros. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos:  620, 891 547; 981 74 62 82. Atiende: José Manuel.

 

Albergue O Camiño das Estrelas (privado). Avda. Finisterre, 78 (Cee). Plazas: 30. Coste: 10 €, Disponibilidad: Todo el año. Teléfono: 981 74 75 75. Atienden: Lucía o Antonia.

 

Albergue A Casa da Fonte (privado). Rúa de Ariba, 36 (Cee). Plazas: 42. Coste: 10 €. Disponibilidad: Desde marzo al 15 de Diciembre; resto del año con reserva anticipada. Teléfonos: 981 746 663, 699 242 711. Atiende: Guzmán.

 

Ya dentro del coche, nos acercamos al centro de Corcubión donde se sitúa el Restaurante San Martín que Paco conoce como bueno. Son las 14:15 horas, hora ideal para contentar al estómago. Pedimos el menú de la casa. Un caldo gallego de primero y de segundo ternera asada con patatas que no hay quien se lo acabe de la cantidad que sirven. Reposamos la comida con unos cafés y unos chuipitos de licor de café. No hay ninguna prisa pues el Albergue no lo abren hasta las 16:00 horas.

 
En el restaurante San Martín

 

Ternera asada con patatas. Un plato muy gallego.

De nuevo ha comenzado a llover con fuerza. Nos montamos en el coche y en pocos minutos nos plantamos en el Albergue de San Roque que está gestionado por la Asociación Gallega de Amigos del Camino de Santiago (AGACS). Nos recibe el hospitalero de turno, un joven francés a quien acompaña una muchacha portuguesa que nos acomodan. Nos damos una buena ducha y una vez cambiados decidimos ir en coche al Cabo de Finisterre, no vaya a ser que mañana no podamos. El Cabo Finisterre se encuentra a 12 km desde el Albergue (9 km al pueblo de Fisterra y 3 km más de subida al Faro).

 
Albergue de Peregrinos de San Roque

 

Dormitorio del Albergue.

Cuando dejamos el coche en la zona de aparcamiento del Faro Finisterre, hay una niebla que no se ve a dos palmos de distancia, hace viento y bastante fresco. Bien abrigados, nos acercamos al faro.

Faro de Finisterre.

 

Delante de una exposición de placas conmemorativas sobre la roca.

Hay movimiento de peregrinos que se dirigen a la parte trasera del faro para otear el océano, hoy totalmente invisible. Algunos aprovechan los recovecos de las rocas para quemar lo que consideran oportuno. Frente a una hoguera cuya llama apenas se percibe a través de la espesa niebla, un peregrino, posiblemente está meditando su experiencia o agradeciendo al Apóstol haber llegado al “fin del mundo” o quién sabe lo que se le pasará por la cabeza. Es una estampa fantasmagórica. No hay razón para permanecer por más tiempo en el lugar y damos por cumplido nuestro Camino.

 

Video en el promontorio

 

Con el coche, tomamos el camino de regreso a Finisterre. Nos cruzamos en el corto trayecto con bastantes peregrinos que se dirigen al Faro, algunos en manga corta. No saben lo que les espera arriba. En el pueblo nos acercamos al Albergue a saludar a la hospitalera Begoña que a su vez es Presidenta de la AGACS. Nos comenta que el Albergue lo cerrarán este fin de semana para acometer obras de reforma que le hace falta. El edificio padece muchas humedades. Quedamos en vernos mañana cuando lleguemos.

 

Buscamos un bar con terraza cubierta para tomar algo que entone nuestros cuerpos y una vez encontrado en la plaza del puerto pasamos un rato haciendo hora para ir a cenar al Albergue que nos esperan.

 

De vuelta al Albergue, comprobamos que hay más peregrinos alojados. Los hospitaleros ayudados por un francés de aspecto raro que se llama Joel y una coreana están ultimando la elaboración de la cena. El que lleva la voz cantante es el francés residente en Arlès que debe ser uno de los seres trashumantes que viven del Camino. Donde le dan acogida sin coste alguno, allí se queda y en compensación hace de todo incluidas las labores de cocinero. Empleando ingredientes naturales que encuentra en la zona elabora recetas surgidas de su imaginación, como él mismo explica. Notamos que le gusta ir con el torso descubierto. Lleva tatuajes extravagantes por todo su cuerpo. No para de hablar y de reír de forma escandalosa  y eso sí, siempre con un vaso de vino en la mano. Fuma tabaco liado como un descosido. Una coreana también se encuentra alojada como aprendiz de hospitalero y hace lo que el francés le dice. La pareja del hospitalero es una portuguesa de Oporto y es la encargada de la repostería. Los demás son todos peregrinos, un hombre que no habla casi y que tiene pinta de nórdico o de algún país del este. Las otra tres son mujeres. Una de ellas es canadiense de Quebec, se llama Valeria, es una perfecta chicarrona, es la más desenvuelta y muestra interés por todo. Hace un Camino muy peculiar en solitario. Ahora está de regreso y pasará por Noia, antes de llegar a Santiago. No tiene miedo de nada. Va a su aire y si no encuentra un sitio cerrado para dormir, saca la tienda de campaña de su mochila y ya está. ¡Ay quien se acerca a ella con malas intenciones! No le arriendo las ganancias. Las dos restantes parecen inglesas, por lo menos ese es el idioma que hablan entre ellas. Como veis, de once que estamos, los únicos españoles somos nosotros.

 
Diversas fases de la cena
 
La peregrina canadiense Valeria

Nos sentamos todos alrededor de la gran mesa y comienza el espectáculo de la cena. De primero unas setas guisadas incomibles que los extranjeros mezclan con una ensalada a base de lechuga, mucho pimiento y manzana troceada y una salsa de color blanco de sabor indefinible que Dios sabe de que será. A continuación viene un guiso de patatas con zanahorias, especialidad del francés al que  solo se le saca el sabor a la pimienta. Ingiero algo por compromiso, para no hacerme notar. De postre, la especialidad de la portuguesa, una tarta de manzana que es lo mejor con diferencia pero sin pasarse. De todas formas, es de agradecer el esfuerzo de los hospitaleros por complacernos, aunque ignoran que los españoles tenemos otros gustos culinarios. La cena estuvo amenizada en todo momento con música celta escogida por el esperpéntico francés Joel que en la sobremesa no tuvo reparos en acompañar la música con unas exóticas danzas surgidas de su imaginación.

Video en el Albergue en la sobremesa.

Después de un rato de sobremesa, los españoles damos las buenas noches y las gracias por todo y hacemos mutis por el foro para encamamos sin tardanza.

 

Buenas noches y hasta mañana.

 

Albergues en Corcubión:

 

Albergue de Peregrinos San Roque (AGACS). Situado a la salida de la aldea de Vilar a 1 km de Corcubión en dirección Fisterra. Plazas: 16. Coste: Donativo. Disponibilidad: Todo el año. Teléfono: 679 460 942. Atienden: El hospitalero de turno o Begoña.

 

Albergue Camino de Fisterra (privado). c/ Cruceiro de Valdemar, 11 (Corcubión). Plazas: 14. Coste: 10 € (precio especial para grupos). Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 74 50 40; 629 114 122. Atiende: Sinda.

 

9ª JORNADA

 

Miércoles, 10 de octubre de 2012

 

CORCUBIÓN (Albergue de San Roque)-FISTERRA
Cabo Finisterre (12,000 km)

Corcubión (Albergue de S. Roque)-Faro de Finisterre

Nos levantamos con tranquilidad. A través de una de las ventanas observo el cielo que no me causa muy buena impresión, está totalmente cubierto de nubes y parece que llueve. Bajamos a desayunar.

 

El desayuno bastante variado. No falta de nada. Una vez desayunados, cogemos el equipaje y nos despedimos de todos con un BUEN CAMINO, agradeciendo a los hospitaleros su atención.

En el exterior se confirma mis temores, hace un día de perros. Decido hacerme cargo del coche y llevarlo a Fisterra, luego saldré al encuentro de mis compañeros. Ellos se preparan bien para protegerse de la lluvia.

Ahí vienen unos peregrinos bien arropados, parece que son los de Talavera, y en efecto son ellos. Deben haber salido pronto de Cee. Nos intercambiamos el ¡Buen Camino! peregrinos.

Paco y Rafa  comienzan la etapa. Por mi parte, arranco el coche y me planto en Fisterra.

 

Una vez en el pueblo, elijo un buen aparcamiento en la plazoleta del puerto pesquero pero llueve tanto que no apetece de ninguna forma salir del coche. A ver si escampa un poco y por lo menos me tomo un café que me entone. Pero ni por esas. Parece que la lluvia va a más. Hace un tiempo infernal.

 

Comento la etapa:

 

Se toma una carreterilla asfaltada que sale frente a la parte trasera del Albergue. Se va descendiendo y en unos metros, el asfalto se convierte en camino de tierra, saliendo a la carretera principal 600 metros después en el lugar de Amarela.

 

                El Camino sigue por la carretera durante 400 metros para dejarla por la antigua carretera que sale por la derecha y en bajada recortar la gran curva de la carretera principal a la que se sale de nuevo en 250 metros.

 

                Otra vez por el arcén de la carretera durante 1,400 km pasando por la caleta de Estorde. Se cruza la carretera y se pasa tras un grupo de casas para volver a salir a la carretera de nuevo y llegar al lugar de Sardiñeiro y su playa en 500 metros.

 

                A la salida de Sardiñeiro, se toma a la derecha un camino asfaltado y se camina por él durante 2 km, volviendo a salir a la carretera principal.

 

                700 metros después, se sale de la carretera por un camino a la izquierda que baja hasta el comienzo (300 metros) de la larga playa de Langosteira que se recorre en su totalidad (2,1 km) para subir hasta la carretera donde se levanta un cruceiro (250 metros) y entrar seguidamente en Fisterra (550 metros). Serían 3.2 km en este tramo hasta el Albergue de Peregrinos de la Xunta. Hasta el Faro de Finisterre quedan todavía 3 km de cuesta.

 

Albergues en Fisterra:

 

Albergue de Peregrinos de Fisterra. c/ Real, 2 (Fisterra). Plazas: 36. Coste: 5 €. Disponibilidad: Todo el año. Teléfono: 981 74 07 81. Atiende: Begoña.

 

Albergue do Sol (privado). c/ Atalaya, 7 (Fisterra).  Plazas: 22. Coste: 10 € en litera; en habitación doble 13 o 15 euros, según temporada.. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 74 06 55, 617 56 86 48. Atiende: Miguel

 

Albergue Finistellae (privado). C/ Manuel Lago Pais, 7 (Fisterra). Plazas: 20. Coste: 12 € (incluye sábanas). Disponibilidad: Todo el año. Teléfono: 637 821 296. Atiende: Estrella.

 

Albergue Cabo da Vila (privado). Avenida de A Coruña, 13, bajo (Fisterra). Plazas: 28. Coste: 12 € (incluye sábanas y toalla). Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos:  607 735 474; 981 74 04 54. Atiende: Alejandra.

 

Albergue de Paz (privado). C/ Víctor Cardalda, 11. Junto al castillo de San Carlos de Fisterra. Plazas: 30. Coste: 10 €. Disponibilidad: Todo el año. Teléfonos: 981 740 332, 628 903 693. Atiende: Enrique.

 

A las 11:15 horas me llama Rafa por teléfono. Me comenta que a la vista del panorama meteorológico tan adverso, había hablado con Paco que lo más aconsejable era regresar a Castellón. Les contesto que me hago cargo y por mí no hay problema, así que les estaré esperando en el aparcamiento del Restaurante Tira do Cordel, un buen sitio para comer, al que teníamos pensado acudir hoy. Otra vez será, porque se come muy bien en ese restaurante.

 

Arranco el coche y hacia allí me dirijo. Unos minutos después aparecen los dos amigos completamente chopados. Se desprenden de los chubasqueros y sin más tardanza se meten en el coche. Pongo la calefacción a tope para que se puedan secar pronto y no cojan algo malo.

 

Inmediatamente, salimos hacia Castellón. Vamos a dar una sorpresa a nuestras respectivas mujeres que no nos esperan hasta mañana por la noche. Llamamos varias veces por teléfono a Begoña, con la que habíamos quedado hoy, para disculparnos por no haber acudido a la cita, pero no contesta. ¡Qué vamos a hacer! Una vez en Castellón, ya nos pondremos en contacto con ella, aunque pensamos que conociéndola,  ya se habrá imaginado las razones de nuestra espantada.

 

Hacemos un alto en el camino en Lugo donde nos tomamos unas sabrosas tapas sentados en uno de los taburetes del exterior del Restaurante Verruga, situado en la popularmente conocida como “calle de los vinos”, en las inmediaciones de la Plaza de España. Uno de los restaurantes con más solera de Lugo.

 
Terraza del restaurante Verruga

 

Conforme nos dirigimos hacia el sur, el tiempo va mejorando, Hacemos otra parada en el Area 77 de la autovía de Valencia a la altura de Tarancón. Cuando llegamos a Castellón, la temperatura es la normal para esta época del año con el cielo totalmente despejado. ¡Qué diferencia con lo que hemos dejado en Galicia! Pero esto es el Mediterráneo. Son las 2 de la madrugada y nos sobra ropa. Ha sido un viaje algo pesado pero la decisión tomada, entiendo que fue acertada.

 

Para concluir, decir que hemos podido llegar a Finisterre pero nos hemos quedado sin la Fisterranaque es la certificación oficial que acredita que el peregrino ha cubierto la ruta peregrina que va desde Santiago a Finisterre. Pero eso no tiene para mí importancia alguna. Lo importante es que de una forma u otra, por primara vez he conseguido con espíritu peregrino, prolongar el Camino hasta el Fin de la Tierra. Al fin y al cabo, la Fisterrana es simplemente un papel condenado como muchos otros, a dormir el sueño de los justos en el fondo de un cajón de nuestra casa. Lo que siempre perdurará en la memoria, será la experiencia vivida.

 

“El Camino no se anda, se vive”

 

Hasta el año que viene. BUEN CAMINO

Mario Calvo

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